6.2.6 La pérdida de la hija de Próspero

 

6.2.6 La pérdida de la hija de Próspero

 En el acto V de La Tempestad, Próspero se lamenta de la pérdida de su hija:

The Tempest (5, 1, 141-162)

PROSPERO
I rather think
you have not sought her help, of whose soft grace
for the like loss, I have her sovereign aid,
and rest myself content.
ALONSO
You the like loss?
PROSPERO
As great to me, as late, and supportable
to make the dear loss, have I means much weaker
than you may call to comfort you, for I
have lost my daughter.
ALONSO
A daughter?
o heavens, that they were living both in Naples,
the king and queen there! that they were, I wish
myself were mudded in that oozy bed
where my son lies. When did you lose your daughter?
PROSPERO
In this last tempest. I perceive these lords
at this encounter do so much admire
that they devour their reason, and scarce think
their eyes do offices of truth, their words
are natural breath. But, howsoe’er you have
been justled from your senses, know for certain
that I am Prospero and that very duke
which was thrust forth of Milan, who most strangely
upon this shore, where you were wreck’d, was landed,
to be the lord on’t…
.
.
La Tempestad (5, 1, 141-162)
 PRÓSPERO
Sospecho que no habéis buscado su protección.
Yo por una pérdida similar he encontrado el consuelo
de su tierna gracia.
ALONSO
¿Vos una pérdida similar? 
PRÓSPERO
Tan grande para mi y tan reciente como la vuestra.
Para ayudarme a soportar tan severa pérdida
mis medios son más débiles que los que a vos confortan,
pues yo he perdido a mi hija.
ALONSO
¿Una hija? Ojalá viviesen
en Nápoles los dos como rey y reina.
Si así fuese, contento yacería
en el fondo cenagoso en que reposa
mi hijo. ¿Cuándo perdisteis a vuestra hija? 
PRÓSPERO
En la reciente tempestad
Veo que a estos señores les asombra 
tanto nuestro encuentro
que les sorbe la razón, y apenas creen
la verdad de sus ojos o el sonido
de las voces. Mas por muy turbados
que tengan los sentidos, tened certeza de
que soy Próspero, aquel duque
expulsado de Milán que, tras llegar
de milagro a esta isla en que habéis naufragado,
se convirtió en su señor…
.
 En esta obra no se menciona ninguna otra tempestad, «this last tempest» sólo puede referirse a la tempestad que marca el comienzo de esta historia. En Dido Reina de Cartago acontecen dos tempestades, la primera provocada por Eolo a instancias de Juno obliga a que la flota de Eneas recale en las costas de Cartago; Juno provoca una segunda tempestad que obliga a Dido y Eneas a refugiarse en una cueva donde consuman su relación.

 ¿Quién es la hija que Próspero pierde en la última tempestad? El acto segundo nos proporciona la respuesta. Los viajeros que, después de sobrevivir al naufragio de la nave en que viajaban, aparecen sanos y salvos en la isla donde habita Próspero, se sorprenden de lo inmaculado de sus ropajes (2, 1, 61). En este segundo acto (2, 1, 64-84), se repite tres veces consecutivas que Túnez es Cartago y al tiempo se menciona, en seis ocasiones, el nombre de Dido, la reina de Cartago, a quien se compara con Claribel, la reina de Túnez. Todas estas alusiones revelan la intención del autor de La Tempestad de que reparemos en la obra Dido, Reina de CartagoEsta obra dramática, basada en La Eneida de Virgilio, es una de las primeras composiciones de Marlowe. En ella se describe como un Eneas andrajoso se presenta ante Dido tras naufragar frente a las costas de Cartago. Lo primero que hace la reina, incluso antes de darle audiencia, es proporcionarle nuevos atuendos. 28

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ANTONIO
Then, tell me,
who’s the next heir of Naples?
SEBASTIAN
Claribel.
ANTONIO
She that is queen of Tunis; she that dwells
ten leagues beyond man’s life; she that from Naples
can have no note, unless the sun were post–
the man i’ the moon’s too slow–till new-born chins
be rough and razorable; she that–from whom?
We all were sea-swallow’d, though some cast again,
and by that destiny to perform an act
whereof what’s past is prologue, what to come
in yours and my discharge.
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ANTONIO
Decidme entonces, ¿quién
es el nuevo heredero de Nápoles?
SEBASTIAN
Claribel.
ANTONIO
 Esa que es reina de Túnez; que vive diez leguas
más allá del fin del mundo y que jamás tendrá 
noticias de Nápoles, a menos que el sol  le sirva
de posta –el hombre de la luna es demasiado 
lento– antes necesitarían un barbero los recién
nacidos. Esa por la que nos tragó el mar aunque
a algunos el destino nos da la oportunidad de volver
para representar un acto en el cual lo pasado es nuestro
prólogo y que  deja el  desenlace en nuestras manos.
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 Teniendo en cuenta que la referida tempestad es una representación alegórica de la Hoguera de los Obispos donde Dido Reina de Cartago fue pasto de las llamas, parece evidente que esa reina de Túnez (que es Cartago) que vive más allá de donde habita el hombre y cuya historia está relacionada con la tempestad, pues por ella tragó el mar a los personajes que aparecen en esta historia, no es otra que Dido. Ella es, según Sebastián, la nueva heredera del reino de Nápoles.

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NOTAS

28. En Dido Reina de Cartago encontramos estos diálogos:

Dido Queen of Carthage (2,1,64-82)
ILIONEO
Lovely Aeneas these are Carthage-walls;
and here Queen Dido wears th’ imperial crown,
who for Troy’s sake hath entrertained us all,
and clad us these wealthy robes we wear.
….
DIDO
Warlike Aeneas in these bas robes!
Go fetch the garment which Siqueus ware!
(Exit an attendant,who brings in the garment which Eneas puts on.)
.
ILIONEO
Querido Eneas, estos son los muros de Cartago
y aquí la Reina Dido lleva la corona imperial
quien, por el bien de Troya nos ha hospedado, agasajado
y nos ha ataviado con estas ricas túnicas.
….
DIDO
¿El belicoso Eneas con estas pobres vestimentas?
¡Traigan las prendas que usaba Siqueo!
(Sale un asistente que trae los atavíos y Eneas se los pone)
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