5.2 Eduardo III, el eslabón entre la obra de Shakespeare y la de Marlowe

 

5.2 EDUARDO III, EL ESLABÓN ENTRE LA OBRA DE MARLOWE Y LA DE SHAKESPEARE

 

 Eduardo III es, por lo que respecta a su autoría, un caso singular que durante siglos han disputado las candidaturas de Marlowe y Shakspere. Las evidencias, muchas de ellas aportadas en los últimos años, parecen poner de manifiesto que Marlowe y Shakespeare son dos nombres de un mismo autor. El problema, desde el punto de vista stratfordiano, estriba en que Eduardo III no sólo hace referencia a Los Sonetos de Shakespeare, Hamlet y Macbethsino que también alude a obras firmadas por Marlowe como Hero y Leandro y Tamerlán el Grande.

 El escritor Robert Greene que, en su famosa sentencia de 1592 “shake-scene”, relaciona a Marlowe con el actor Edward Alleyn, ya lo había hecho dos años antes cuando dijo que era Christopher Marlowe (the Cobbler) 4  quien enseñó a Alleyn (Roscius) 5  a decir Ave Cesar en una sala real:

 Why Roscius, art thou proud with Aesp’s crow being pranct with the glory of other feathers? Of thyself thou canst say nothing, and if the Cobbler hath taugh thee to say Ave Caesar, disdain not thy tutor because thou Praest in a king’s Chamber?

 ¿Por qué Roscius, eres vanidoso como el cuervo de Esopo haciendo uso malicioso de la gloria de otras plumas? De ti mismo no puedes decir nada, y si el Zapatero te ha enseñado a decir Ave Cesar, no desdeñes a tu tutor porque tu lo vociferas en una sala real.

( Robert Greene, Francescos Fortunes, 1590)

Eduardo III  (acto I , escena 1).

London. A room of State in the Palace. Flourish.

PRINCE EDWARD
As cheerful sounding to my youthful spleen
This tumult is of war’s increasing broils,
As, at the Coronation of a king,
The joyful clamours of the people are,
When Ave, Caesar! they pronounced aloud.
Londres, Una sala de estado en el palacio. Ornamento.
.
PRÍNCIPE EDUARDO
Como jovial sonido para mi juvenil temperamento
este tumulto es de crecientes anuncios de guerra,
como en la coronación de un rey,
son los alegres clamores de las gentes,
cuando pronuncian ¡Ave Cesar! en alta voz.
.

 El príncipe negro vocifera “¡Ave Cesar!” en una sala real, tal como describe Greene.

 A.D. Wraight, en su obra Christopher Marlowe and Edward Alleyn (1965), nos informa que los datos y el contexto histórico de esta referencia son de importancia extrema para su comprensión. En los últimos años de la década de 1580 y los primeros de la década siguiente, Edward Alleyn no tenía rival en los escenarios: no hay ningún otro personaje al que se pueda plantear adjudicar el apelativo «Roscius». Este mismo período es el de la supremacía de Marlowe como primer autor dramático de la escena londinense.

 En el año 1592, en este caso Thomas Nashe, se vuelve a referir a Edward Alleyn no como cuervo advenedizo «upstar crow» sino como galán advenedizo «upstar gallant»:

 The next object that encounters my eyes is some such obscure upstart gallant , as, without desert or service , are raised from the plough to be checkmate with princes…, …Yet I am not against it, that these men by their mechanical trades should come to be sparage gentlemen and chuff-headed burgomaster, but that better places should be possessed by coistrels, and the cobbler’s crow, for crying but Ave Caesar, be more esteemed that rare bireds that have warbled sweeter notes unrewarded.6

 El siguiente objeto al alcance de mis ojos es algo como un oscuro galán advenedizo, que, sin oficio ni beneficio, se eleva sobre el arado para equipararse a príncipes…, …no estoy en contra de que estos hombres con sus oficios artesanos se conviertan caballeros nacidos del estiércol y burgomaestres de cabeza fofa, pero sí de que esos puestos relevantes sean propiedad de bribones, y el cuervo del zapatero, por gritar Ave Cesar, sea objeto de mejor estima que los raros pájaros que han trinado mejores notas sin recibir recompensa.6

  Existe al menos otra evidencia que acredita la autoría de Marlowe en la obra Eduardo III.

 Después del triunfo que Marlowe obtuvo con su Tamerlán el Grande, cuya segunda parte fue escrita en 1587, había llegado el momento de escribir su primera obra sobre la historia británica. 1588 fue el año de la famosa victoria inglesa sobre la Armada Española, en la que hay constancia de que participó el propio Marlowe. La famosa batalla naval de Sluys de 1340, en la que el ejército de Eduardo aniquila a la flota francesa, tuvo lugar durante el reinado de Eduardo III y su hijo el Príncipe Negro. Dicho episodio presenta un claro paralelismo con la mencionada batalla de 1588.

 La historiadora A.D. Wraight, en su profundo estudio sobre Eduardo III y su autoría, sitúa la fecha de su creación y estreno en 1588. Según Wraight, este drama histórico exalta la celebración de la victoria de las tropas inglesas sobre la Armada Invencible. La descripción de la batalla de Sluys está deliberadamente trasladada en el tiempo a la campaña de 1588 y en ella se describen incidentes reales que tuvieron lugar en dicha contienda. La única embarcación que se cita por su nombre es Nonpareille, barco capitaneado por el vice almirante Thomas Fenner, segundo hombre a las órdenes de Drake. Según los documentos de la inteligencia británica, dicha embarcación fue la que con toda probabilidad llevó a bordo​ a Marlowe, que en ese momento era uno de los espías mejor valorados por Francis Walsingham y Lord Burghley. El informe realizado por Marlowe se conserva en el British Museum en un manuscrito de 12 páginas archivado bajo la denominación: «Cotton MSS Julius F:X: ff.95-101». Dicho informe es un escrito de primera mano realizado por un participante en la campaña. Este documento es el único escrito en inglés sobre la campaña y está redactado en un sorprendente estilo periodístico; llama la atención por el hecho de estar inacabado y por no tener firma ni autorización.

 En el acto tercero de Eduardo III, un marinero francés relata su observación de la aproximación de la flota británica a la que describe como una orgullosa armada que, en la distancia, semeja una arboleda de pinos marchitos que se acercan de forma majestuosa en una formación que emula la cornuda figura de la luna creciente:

The proud Armado of King Edward’s ships:
Wich, at the first, far off when I did ken,
Seem’d as it were a grove of withered pines;
But, drawing near, their glorious bright aspect,
Their streaming, ensigns, wrought of coloured silks
Like to a meadow full of sundry flowers,
Adorns the naked bosom of the earth:
Majestical the order of their course,
Figuring the horned circle of the moon…7
.
La orgullosa armada de los barcos del rey Eduardo,
que en un principio se encontraba alejada; cuando reparé en ella,
recordaba una arboleda de pinos marchitos,
que al acercarse mostraba su brillante y glorioso aspecto,
su caravana de enseñas forjada con coloreadas sedas,
tal como una pradera llena de variopintas flores
adorna el desnudo regazo de la tierra,
majestuosamente, y el curso de su derrota,
dibuja la cornuda curvatura de la creciente luna…7

                                                     (3,1, 11.64-72)

El rey John, alarmado por las noticias, pregunta:

But where’s our Navy? How are they prepared
To wing themselves against this flight of ravens?
.
Pero, ¿dónde está nuestra flota? ¿cómo se han preparado
para ser los vencedores contra esta bandada de cuervos?

                                                        (3, 1, 11.83-84)

 Cabe preguntarse porqué el rey francés define a la flota del rey Eduardo como una «bandada de cuervos», mientras que el marinero se había referido a la flota como «caravana de enseñas forjada con coloreadas sedas, tal como una pradera llena de variopintas flores». Según A. D. Wraight, el autor deja fluir su propia experiencia sobre los barcos pintados de negro de la Armada Española, ya que están instalados en los recuerdos que vivió de primera mano.

 Estos errores inconscientes aportan pruebas sobre la autoría de Marlowe. En el diálogo entre el marinero y el rey de Francia, con el que continúa la obra, encontramos expresiones como «pale death» (muerte pálida), que es un término muy pictórico que ya antes había sido utilizado por Marlowe en Dido Reina de Cartago, Támerlan el Grande y La masacre de París. El examen estilístico de estas obras muestra una similitud abrumadora con Eduardo III.

 A. D. Wraight realizó un exhaustivo estudio caligráfico comparativo entre la llamada «Hoja Collier», extraída de La masacre de París de Marlowe, la única firma de que se dispone del propio Marlowe y el mencionado manuscrito conocido como «A Relation of Proceedings». Según concluye, la correlación es muy notable. La hipótesis, que es apoyada por otras evidencias, indica, lejos de toda duda razonable, que el informe de la Armada fue realizado por Marlowe.

 El momento elegido, la temática de la obra, dedicada especialmente a celebrar la gran victoria llevada a cabo por la marina inglesa, junto a la puesta en escena por el tándem de triunfadores Marlowe y Alleyn, que hizo el papel de Príncipe Negro, supuso otro significativo éxito en la carrera de ambos. Las repetidas referencias a esta composición  en los comentarios literarios de Greene y Nashe sobre  la escena teatral contemporánea así lo acreditan.

 En la descripción que el marinero francés hace de la batalla de Sluys, el autor introduce los acontecimientos de la campaña de la Armada que aparecen en el documento «A Relation of Proceedings». Todos los acontecimientos puestos en boca del marinero aparecen en la relación de incidentes reflejado en dicho informe.

 El informe completo del marinero francés es trasladado en el tiempo a una batalla naval del siglo XVI, donde deberíamos encontrarnos ante una batalla librada con lanzas y flechas, el marinero habla del estruendo de los cañones y del humo de los mosquetones. Los detallados informes de las crónicas de Holinshed 8 sobre la batalla naval entre Francia e Inglaterra en el siglo XIV, en los que se basa la obra, se pasan por alto. El autor, concediéndose licencia artística, da rienda suelta a su creatividad y aprovecha para exaltar los ánimos coincidiendo con el histórico momento de celebraciones tras la victoria sobre la temida Armada Española.

  Los stratfordianos, que ya tenían muchos y muy graves problemas para defender a su candidato, se encuentran aquí ante un dilema de difícil solución: si aceptan la palabra de Greene, que tanto han exprimido para hacernos creer que «Shake-scene» es W. Shakspere, estarían aceptando que Marlowe es el autor de una obra que ejerce la función de eslabón entre la de Marlowe y la de Shakespeare. La alternativa sería intentar suprimir o ignorar esta referencia para poder seguir manteniendo la autoría del candidato de Stratford. «¿Qué otro motivo podrían aducir los estudiosos shakesperianos para no aceptar aquí la palabra de Greene?» 9

 No tenemos constancia de que ningún texto ortodoxo haya analizado la relación de la obra Eduardo III con la Armada. A raíz de los descubrimientos de A.D. Wraight en 1993 que atribuye a Marlowe el informe llamado «A Relation of Proceedings», procedería una investigación profesional al respecto. Los indicios apuntan a que dicho estudio podría ser decisivo para la resolución del problema de la autoría.

 En un artículo publicado recientemente en la revista Times en 2009 «Plagiarism Software Finds a New Shakespeare Play», se informa de como Brian Vickers, profesor de literatura de la universidad de Londres, apoyándose en programas de software para la detección de plagios y utilizando 200 secuencias distintas formadas por tres o más palabras extraídas de obras firmadas por Shakespeare, al cotejarlas con los textos de Eduardo III, descubre una casuística en su aparición que permite aventurar que el autor de parte de esta obra es el mismo que el del corpus de Shakespeare. A partir de los resultados obtenidos, Vickers anuncia que sólo el 40% de Eduardo III parece reflejar la pluma de Shakespeare, mientras el 60% restante sería obra de Thomas Kyd. Vickers asigna a Shakespeare los tres primeros actos de la obra, así como alguna otra escena situada al final. Son varias las editoriales, así como la dirección de la SBT, que han aprovechado estos descubrimientos para adjudicar a William Shaksper de Stratford la autoría de Eduardo III.

 Sabemos que Marlowe y Thomas Kyd eran amigos y que habían compartido residencia en Londres, algo que resulta altamente propicio para el trabajo literario en común. No hay constancia de que Shakspere y Kyd se conocieran o que incluso se movieran en círculos próximos.

 Si Vickers está en lo cierto, sus hallazgos puede ser de gran utilidad para descubrir la pluma de otros autores en la obra de Shakespeare. El apoyo de programas informáticos en investigaciones de este tipo puede contribuir a dilucidar, por ejemplo, que dos obras son del mismo autor. Lo que la investigación de Vickers parece revelar es que el autor del canon de Shakespeare fue el mismo que el de los tres primeros actos de Eduardo III. Aunque el engañoso título del artículo podría invitarnos a creer que Vickers ha encontrado alguna evidencia de que la obra es de Shakspere y no de Marlowe, este no es en absoluto el caso.

 Vickers no es el único estudioso que ha divulgado su análisis sobre la autoría de este drama; el prestigioso lingüista Thomas Merriam publicó el suyo en el año 2000, y en él expone la siguiente conclusión: «Edward III is suggestive of a Marlovian framework, reworked and added to by Shakespeare» 10 (Eduardo III se sitúa dentro del marco de referencia de la obra de Marlowe que habría sido revisado y mejorado por Shakespeare).  

 Aunque desde la ortodoxia ambos análisis se pueden considerar como políticamente correctos, ninguno contradice la afirmación de Greene sobre su autor. Después de leer las conclusiones de Vickers y Merriam, la posibilidad de que Marlowe fuera, en última estancia, el autor de Eduardo III, sigue flotando en el aire.

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NOTAS

4: Greene ya se había referido a Marlowe en su obra Menaphon (1589) como el hijo mayor de un zapatero de Canterbury: «Whosoeue Samela descanted of that loue, tolde you a Canterbury tale; some propheticall full mouth, that as he were a Coblers eldest sonne

5: Roscius hace referencia a Quintus Roscius Gallus (muerto en el año 62 a.C.), actor cómico romano cuya enorme celebridad hizo que su nombre se convirtiera en un honroso epíteto y se usara como sinónimo de actor de prestigio.

6: Thomas Nashe, Pierce Pennilesse His Supplication to the Devil (1592). Traducción del autor.

7: En su obra La Trágica Historia del Dr. Fausto, Marlowe describe la luna de modo casi idéntico: «the bright circle of the horned moon».

8: Raphael Holinshed fue un historiador inglés nacido en 1529 cuya famosa obra The Chronicles of England, Scotlande, and Irelande, publicada en 1579, sirvió como referencia a Shakespeare y Marlowe para documentar varias de sus obras históricas.

9: Daryl Pinksen, Marlowe’s Ghost, The Blacklisting of the Man Who Was Shakespeare. iUnivers, 2008. pág. 115. Traducción del autor.

10: Thomas Merriam, Edward III, Literary and Linguistic Computing. Volume 15, No. 2, 2000. p.157.

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