5. Aparece Shakespeare

5.1 VENUS Y ADONIS, LA PRIMERA OBRA DE SHAKESPEARE

 

 «La autoría de Shakespeare»

 En la dedicatoria a Henry Wriothesley, conde de Southampton, que prologa el poema Venus y Adonis, encontramos por primera vez impreso el nombre William ShakespeareEn la introducción de Venus y Adonis, el autor nos informa de que se trata de su primera obra “the first heir of my invention” (el primer fruto de mi inventiva). Dicho poema, que fue registrado anónimamente en la Stationers Company el 18 de abril de 1593, aparece publicado a mediados de junio con el nombre de Shakespeare; tan solo habían pasado dos semanas desde de la supuesta muerte de Marlowe. Shakespeare, curiosamente, aparece justo en el momento en el que Marlowe se desvanece.

 La ortodoxia shakesperiana, olvidándose de lo que dice el autor sobre si mismo, presenta a William Shakespeare como un personaje que ya era conocido antes de esta fecha y que ya habría escrito varias obras antes que esta. Como único argumento nos remiten a una advertencia que Robert Greene, en su artículo «Groatsworth of Wit», publicado en septiembre del 1592,  hace a sus amigos los autores teatrales Christopher Marlowe, Thomas Nash y George Peele. En dicha publicación, Greene previene a estos autores de un actor al que llama cuervo advenedizo “upstart crow” del que dice que está tan lleno de sí, que se cree que es el único tiembla escenas «Shake-scene» del país, y cuyo éxito, según Greene, deriva del trabajo de otros.

 De acuerdo con los propios eruditos stratfordianos, entre el año 1585 y esta advertencia de Greene de 1592 no se dispone de ningún dato sobre el candidato de Stratford, se trata de los llamados años perdidos. Esta alusión les ha servido para que crear una carrera literaria a su defendido sin que exista una sola evidencia que ampare su hipótesis.

 Que “Shake-scene” se refiere a William Shakspere es, para la ortodoxia oficial, un asunto vital, ya que se trataría de la única evidencia de que Shakespeare el autor ya existía antes de la desaparición de Marlowe. El asunto no se nos expone como una posibilidad, sino que se nos presenta como una verdad irrefutable. De nuevo pretenden convencernos de que el caso está claro y de que no hay lugar para las dudas; sin embargo, al analizar el artículo donde aparece la expresión «Shake-scene» descubrimos que la certeza que se presenta como incuestionable, es una interpretación a la que el escrito de Greene no da sustento. El análisis del texto de Greene pone al descubierto que dicho apelativo se refiere a Edward Alleyn, el actor del momento, famoso por sus interpretaciones de las obras de Marlowe.

 Según descubre el diario de Philip Henslowe, Alleyn fue el autor de la obra: Tambercan (hoy desaparecida), en la que se imitaba la exitosa Tamerlán el Grande de Marlowe que el propio Alleyn había protagonizado. Greene ya se había referido a Alleyn dos años antes, cuando le recrimina que se vanagloria de lo que obtiene con el trabajo de otros. «El joven y vigoroso Alleyn, alto de estatura y de largos miembros, era tan capaz de atronar y hacer mover tormentas como de susurrar, cual si de una paloma se tratara…»,1 el calificativo de «tiembla escenas» se adapta perfectamente a su persona.

 Remitimos al lector interesado en los pormenores de este debate al esclarecedor artículo firmado por Daryl Pinksen en 2009 «Was Robert Greene’s “upstart crow» the actor Edward Alleyn?».

 Venus y Adonis presenta un paralelismo indudable con el poema Hero y Leandro de Marlowe. En 1593, mientras los teatros permanecían cerrados por causa de la peste, Marlowe escribió este famoso poema que no aparecería publicado hasta 1597. Cuando leemos y comparamos ambas obras, podemos comprobar que, no es sólo el guión y la forma de desarrollar el argumento lo que las relaciona, de hecho, son mayoría los críticos que aprecian la pluma de Marlowe en la firmada por Shakespeare. Dado que es Hero y Leandro la obra que cita en varias ocasiones a los personajes de Venus y Adonis, parece lógico pensar que fue la obra firmada por Marlowe la última en ser escrita.

 Menciones a Hero y Leandro aparecen en Mucho Ruido y Pocas Nueces, Los Dos Hidalgos de Verona, El Sueño de una Noche de Verano, y otras obras contenidas en el First Folio. Posiblemente, la referencia más clara  la encontramos en Como Gustéis, como refleja el siguiente pasaje:

As You Like It (4,1,79-90)

ORLANDO
Then in mine own person I die.
ROSALIND
No, faith, die by attorney. The poor world is almost six thousand years old, and in all this time there was not any man died in his own person videlicit, in a love-cause. Troilus had his brainsdashed out with a Grecian club; yet he did what he could to die before, and he is one of the patterns of love. Leander, he would have lived many a fair year, though Hero had turned nun, if it had not been for a hot midsummer night; for, good youth, he went but forth to wash him in the Hellespont and being taken with the cramp was drowned and the foolish coroners of that age found it was ‘Hero of Sestos.’
But these are all lies: men have died from time to time and worms have eaten them, but not for love.

 

ORLANDO
Entonces muero en mi propio nombre.
ROSALINA
¡Ah, no! Morid por poderes. Este pobre mundo tiene cerca de seis mil años y hasta ahora ningún hombre ha muerto en nombre propio, es decir por amor. A Troilo le sacaron los sesos con una maza griega, y eso que ya intentó morir antes y que es ejemplo de amor. Leandro habría vivido sus buenos largos años aunque Hero se hubiera metido a monja de no haber sido por una ardiente noche de verano. Pues, dichosa juventud, fue a bañarse al Helesponto, le dio un calambre y se ahogó, y los cronistas de la época lo achacaron a Hero de Sestos. Pero todo eso son mentiras. Los hombres se mueren y son pasto de los gusanos, pero no es de amor de lo que fallecen.

 Según la ortodoxia, Marlowe dejó esta obra inacabada debido a su repentina muerte en mayo de 1593. Esta reflexión del autor de As You Like It aporta una lectura diferente del asunto que nos estaría descubriendo el auténtico motivo por el que el poema escrito por Marlowe no incluye la muerte de Leandro ahogado al intentar cruzar las aguas del Helesponto.

 Estos dos poemas no iban dirigidos al gran público, se trata de obras cultas dirigidas a una élite de educación universitaria con conocimientos de latín y familiaridad con Ovidio y su búsqueda de inmortalidad a través del verso.

Venus y Adonis

 El autor de Venus y Adonis nos dejó una pista más sobre su identidad, la que encontramos en el epigrama en latín que aparece en la portada de dicha obra:

                                                               Vilia miretur vulgus; mihi flavus Apollo
                                                                  Pocula Castalia plena ministret aqua.

 Este pasaje pertenece a la elegía 15 del libro I de  Los Amores de Ovidio. Precisamente Christopher Marlowe tradujo esta frase en sus «Ovid’s Elegies» de la siguiente manera:

                                                            Let base-conceited wits admire vile things,
                                                            Faire Phoebus lead to the Muses springs.

 Para entender su significado conviene leer completo el párrafo donde se encuentran estos dos versos:

 Let base-conceited wits admire vile things
Fair Phoebus lead to the Muses’ springs.
About my head be quivering myrtle wound,
And in sad lovers’ heads let me be found.
The living, not the dead, can envy bite,
For after death all men receive their right:
Then though death rakes my bones in funeral fires,
I’ll live, and as he pulls me down, mount higher.

 

Dejad que los escritos vulgares sean admirados por el vulgo
y que el rubio Apolo me permita apurar los vasos llenos
del agua de Castalia,2 que mi cabellera resplandezca con
el mirto, que aborrece las escarchas, y que mi verso
se ubique en la mente del melancólico amante.
La envidia se alimenta con sangre de vivos,
ya que la muerte a todos da su merecido.
Así, cuando el fuego de la pira haya consumido mis restos,
aun viviré la parte mejor de mi existencia.

 

 Como sostiene Daryl Pinksen: «los lectores isabelinos de Ovidio inmediatamente reconocerían el tema de donde había sido extraído: un desafío del poeta a la muerte a través de la inmortalidad del verso. Invitando a los lectores a recordar como finaliza el epigrama que aparece en la portada de su Venus Adonis sería un anuncio perfecto para la primera obra de Marlowe como hombre muerto».3

 Ben Jonson rendiría homenaje a Marlowe dos años después de que su traducción de la obra de Ovidio fuera condenada a la hoguera. Esto queda patente con la brillante traducción de los dos últimos versos de la elegía XV del libro I de Los Amores con la que inicia su obra The Poetaster (1601):

Then, when this Body falls in Funeral Fire,

My name shall live, and my best part aspire.

 

 

NOTAS

 

1: A.D. Wraight, Christopher Marlowe and Edward Alleyn 1993. Pág. 2. Esta referencia cita un pasaje de  El Sueño de una Noche de Verano. (I,2,71-86). Traducción del autor.

 2: The water of the Castalian spring, at the foot of mount Parnassus, favoured poetic inspiration.» (El agua de los manantiales de Castalia en la base del monte Parnasus favorecía la inspiración poética).

3: Daryl Pinksen, Marlowe’s Ghost, The Blacklisting of the Man Who Was Shakespeare. iUnivers, 2008. Pág. 102. Traducción del autor.

.

5.2 EDUARDO III, EL ESLABÓN ENTRE LA OBRA DE MARLOWE Y LA DE SHAKESPEARE

 

 Eduardo III es, por lo que respecta a su autoría, un caso singular que durante siglos han disputado las candidaturas de Marlowe y Shakspere. Las evidencias, muchas de ellas aportadas en los últimos años, parecen poner de manifiesto que Marlowe y Shakespeare son dos nombres de un mismo autor. El problema, desde el punto de vista stratfordiano, estriba en que Eduardo III no sólo hace referencia a Los Sonetos de Shakespeare, Hamlet y Macbethsino que también alude a obras firmadas por Marlowe como Hero y Leandro y Tamerlán el Grande.

 El escritor Robert Greene que, en su famosa sentencia de 1592 “shake-scene”, relaciona a Marlowe con el actor Edward Alleyn, ya lo había hecho dos años antes cuando dijo que era Christopher Marlowe (the Cobbler) 4  quien enseñó a Alleyn (Roscius) 5  a decir Ave Cesar en una sala real:

 Why Roscius, art thou proud with Aesp’s crow being pranct with the glory of other feathers? Of thyself thou canst say nothing, and if the Cobbler hath taugh thee to say Ave Caesar, disdain not thy tutor because thou Praest in a king’s Chamber?

 ¿Por qué Roscius, eres vanidoso como el cuervo de Esopo haciendo uso malicioso de la gloria de otras plumas? De ti mismo no puedes decir nada, y si el Zapatero te ha enseñado a decir Ave Cesar, no desdeñes a tu tutor porque tu lo vociferas en una sala real.

( Robert Greene, Francescos Fortunes, 1590)

Eduardo III  (acto I , escena 1).

London. A room of State in the Palace. Flourish.

PRINCE EDWARD
As cheerful sounding to my youthful spleen
This tumult is of war’s increasing broils,
As, at the Coronation of a king,
The joyful clamours of the people are,
When Ave, Caesar! they pronounced aloud.

 

Londres, Una sala de estado en el palacio. Ornamento.
PRÍNCIPE EDUARDO
Como jovial sonido para mi juvenil temperamento
este tumulto es de crecientes anuncios de guerra,
como en la coronación de un rey,
son los alegres clamores de las gentes,
cuando pronuncian ¡Ave Cesar! en alta voz.

 El príncipe negro vocifera “¡Ave Cesar!” en una sala real, tal como describe Greene.

 A.D. Wraight, en su obra Christopher Marlowe and Edward Alleyn (1965), nos informa que los datos y el contexto histórico de esta referencia son de importancia extrema para su comprensión. En los últimos años de la década de 1580 y los primeros de la década siguiente, Edward Alleyn no tenía rival en los escenarios: no hay ningún otro personaje al que se pueda plantear adjudicar el apelativo «Roscius». Este mismo período es el de la supremacía de Marlowe como primer autor dramático de la escena londinense.

 En el año 1592, en este caso Thomas Nashe, se vuelve a referir a Edward Alleyn no como cuervo advenedizo «upstar crow» sino como galán advenedizo «upstar gallant»:

The next object that encounters my eyes is some such obscure upstart gallant , as, without desert or service , are raised from the plough to be checkmate with princes…, …Yet I am not against it, that these men by their mechanical trades should come to be sparage gentlemen and chuff-headed burgomaster, but that better places should be possessed by coistrels, and the cobbler’s crow, for crying but Ave Caesar, be more esteemed that rare bireds that have warbled sweeter notes unrewarded.6

 El siguiente objeto al alcance de mis ojos es algo como un oscuro galán advenedizo, que, sin oficio ni beneficio, se eleva sobre el arado para equipararse a príncipes…, …no estoy en contra de que estos hombres con sus oficios artesanos se conviertan caballeros nacidos del estiércol y burgomaestres de cabeza fofa, pero sí de que esos puestos relevantes sean propiedad de bribones, y el cuervo del zapatero, por gritar Ave Cesar, sea objeto de mejor estima que los raros pájaros que han trinado mejores notas sin recibir recompensa.6

  Existe al menos otra evidencia que acredita la autoría de Marlowe en la obra Eduardo III.

 Después del triunfo que Marlowe obtuvo con su Tamerlán el Grande, cuya segunda parte fue escrita en 1587, había llegado el momento de escribir su primera obra sobre la historia británica. 1588 fue el año de la famosa victoria inglesa sobre la Armada Española, en la que hay constancia de que participó el propio Marlowe. La famosa batalla naval de Sluys de 1340, en la que el ejército de Eduardo aniquila a la flota francesa, tuvo lugar durante el reinado de Eduardo III y su hijo el Príncipe Negro. Dicho episodio presenta un claro paralelismo con la mencionada batalla de 1588.

La historiadora A.D. Wraight, en su profundo estudio sobre Eduardo III y su autoría, sitúa la fecha de su creación y estreno en 1588. Según Wraight, este histórico drama exalta la celebración de la victoria de las tropas inglesas sobre la Armada Invencible. La descripción de la batalla de Sluys está deliberadamente trasladada en el tiempo a la campaña de 1588 y en ella se describen incidentes reales que tuvieron lugar en dicha contienda. La única embarcación que se cita por su nombre es Nonpareille, barco capitaneado por el vice almirante Thomas Fenner, segundo hombre a las órdenes de Drake. Según los documentos de la inteligencia británica, dicha embarcación fue la que con toda probabilidad llevó a bordo​ a Marlowe, que en ese momento era uno de los espías mejor valorados por Francis Walsingham y Lord Burghley. El informe realizado por Marlowe se conserva en el British Museum en un manuscrito de 12 páginas archivado bajo la denominación: «Cotton MSS Julius F:X: ff.95-101». Dicho informe es un escrito de primera mano realizado por un participante en la campaña. Este documento es el único escrito en inglés sobre la campaña y está redactado en un sorprendente estilo periodístico; llama la atención por el hecho de estar inacabado y por no tener firma ni autorización.

 En el acto tercero de Eduardo III, un marinero francés relata su observación de la aproximación de la flota británica a la que describe como una orgullosa armada que, en la distancia, semeja una arboleda de pinos marchitos que se acercan de forma majestuosa en una formación que emula la cornuda figura de la luna creciente:

The proud Armado of King Edward’s ships:
Wich, at the first, far off when I did ken,
Seem’d as it were a grove of withered pines;
But, drawing near, their glorious bright aspect,
Their streaming, ensigns, wrought of coloured silks
Like to a meadow full of sundry flowers,
Adorns the naked bosom of the earth:
Majestical the order of their course,
Figuring the horned circle of the moon…7

 

La orgullosa armada de los barcos del rey Eduardo,
que en un principio se encontraba alejada; cuando reparé en ella,
recordaba una arboleda de pinos marchitos,
que al acercarse mostraba su brillante y glorioso aspecto,
su caravana de enseñas forjada con coloreadas sedas,
tal como una pradera llena de variopintas flores
adorna el desnudo regazo de la tierra,
majestuosamente, y el curso de su derrota,
dibuja la cornuda curvatura de la creciente luna…7

                                                     (3,1, 11.64-72)

El rey John, alarmado por las noticias, pregunta:

But where’s our Navy? How are they prepared
To wing themselves against this flight of ravens?

 

Pero, ¿dónde está nuestra flota? ¿cómo se han preparado
para ser los vencedores contra esta bandada de cuervos?

                                                        (3, 1, 11.83-84)

 Cabe preguntarse porqué el rey francés define a la flota del rey Eduardo como una «bandada de cuervos», mientras que el marinero se había referido a la flota como «caravana de enseñas forjada con coloreadas sedas, tal como una pradera llena de variopintas flores». Según A. D. Wraight, el autor deja fluir su propia experiencia sobre los barcos pintados de negro de la Armada Española, ya que están instalados en los recuerdos que vivió de primera mano.

 Estos errores inconscientes aportan pruebas sobre la autoría de Marlowe. En el diálogo entre el marinero y el rey de Francia, con el que continúa la obra, encontramos expresiones como «pale death» (muerte pálida), que es un término muy pictórico que ya antes había sido utilizado por Marlowe en Dido Reina de Cartago, Támerlan el Grande y La masacre de París. El examen estilístico de estas obras muestra una similitud abrumadora con Eduardo III.

 A. D. Wraight realizó un exhaustivo estudio caligráfico comparativo entre la llamada «Hoja Collier», extraída de La masacre de París de Marlowe, la única firma de que se dispone del propio Marlowe y el mencionado manuscrito conocido como «A Relation of Proceedings». Según concluye, la correlación es muy notable. La hipótesis, que es apoyada por otras evidencias, indica, lejos de toda duda razonable, que el informe de la Armada fue realizado por Marlowe.

 El momento elegido, la temática de la obra, dedicada especialmente a celebrar la gran victoria llevada a cabo por la marina inglesa, junto a la puesta en escena por el tándem de triunfadores Marlowe y Alleyn, que hizo el papel de Príncipe Negro, supuso otro significativo éxito en la carrera de ambos. Las repetidas referencias a esta composición en los comentarios literarios de Greene y Nashe sobre la escena teatral contemporánea así lo acreditan.

 En la descripción que el marinero francés hace de la batalla de Sluys, el autor introduce los acontecimientos de la campaña de la Armada que aparecen en el documento «A Relation of Proceedings». Todos los acontecimientos puestos en boca del marinero aparecen en la relación de incidentes reflejado en dicho informe.

 El informe completo del marinero francés es trasladado en el tiempo a una batalla naval del siglo XVI; donde deberíamos encontrarnos ante una batalla librada con lanzas y flechas, el marinero habla del estruendo de los cañones y del humo de los mosquetones. Los detallados informes de las crónicas de Holinshed 8 sobre la batalla naval entre Francia e Inglaterra en el siglo XIV, en los que se basa la obra, se pasan por alto. El autor, concediéndose licencia artística, da rienda suelta a su creatividad y aprovecha para exaltar los ánimos coincidiendo con el histórico momento de celebraciones tras la victoria sobre la temida Armada Española.

  Los stratfordianos, que ya tenían muchos y muy graves problemas para defender a su candidato, se encuentran aquí ante un dilema de difícil solución: si aceptan la palabra de Greene, que tanto han exprimido para hacernos creer que «Shake-scene» es W. Shakspere, estarían aceptando que Marlowe es el autor de una obra que ejerce la función de eslabón entre la de Marlowe y la de Shakespeare. La alternativa sería intentar suprimir o ignorar esta referencia para poder seguir manteniendo la autoría del candidato de Stratford. «¿Qué otro motivo podrían aducir los estudiosos shakesperianos para no aceptar aquí la palabra de Greene?» 9

 No tenemos constancia de que ningún texto ortodoxo haya analizado la relación de la obra Eduardo III con la Armada. A raíz de los descubrimientos de A.D. Wraight en 1993 que atribuye a Marlowe el informe llamado «A Relation of Proceedings», procedería una investigación profesional al respecto. Los indicios apuntan a que dicho estudio podría ser decisivo para la resolución del problema de la autoría.

 En un artículo publicado recientemente en la revista Times en 2009 «Plagiarism Software Finds a New Shakespeare Play» se informa de como Brian Vickers, profesor de literatura de la universidad de Londres, apoyándose en programas de software para la detección de plagios y utilizando 200 secuencias distintas formadas por tres o más palabras extraídas de obras firmadas por Shakespeare, al cotejarlas con los textos de Eduardo III, descubre una casuística en su aparición que permite aventurar que el autor de parte de esta obra es el mismo que el del corpus de Shakespeare. A partir de los resultados obtenidos, Vickers anuncia que sólo el 40% de Eduardo III parece reflejar la pluma de Shakespeare, mientras el 60% restante sería obra de Thomas Kyd. Vickers asigna a Shakespeare los tres primeros actos de la obra, así como alguna otra escena situada al final. Son varias las editoriales, así como la dirección de la SBT, que han aprovechado estos descubrimientos para adjudicar a William Shaksper de Stratford la autoría de Eduardo III.

 Sabemos que Marlowe y Thomas Kyd eran amigos y que habían compartido residencia en Londres, algo que resulta altamente propicio para el trabajo literario en común. No hay constancia de que Shakspere y Kyd se conocieran o que incluso se movieran en círculos próximos.

 Si Vickers está en lo cierto, sus hallazgos puede ser de gran utilidad para descubrir la pluma de otros autores en la obra de Shakespeare. El apoyo de programas informáticos en investigaciones de este tipo puede contribuir a dilucidar, por ejemplo, que dos obras son del mismo autor. Lo que la investigación de Vickers parece revelar es que el autor del canon de Shakespeare fue el mismo que el de los tres primeros actos de Eduardo III. Aunque el engañoso título del artículo podría invitarnos a creer que Vickers ha encontrado alguna evidencia de que la obra es de Shakspere y no de Marlowe, este no es en absoluto el caso.

 Vickers no es el único estudioso que ha divulgado su análisis sobre la autoría de este drama; el prestigioso lingüista Thomas Merriam publicó el suyo en el año 2000, y en él expone la siguiente conclusión: «Edward III is suggestive of a Marlovian framework, reworked and added to by Shakespeare» 10 (Eduardo III se sitúa dentro del marco de referencia de la obra de Marlowe que habría sido revisado y mejorado por Shakespeare).  

 Aunque desde la ortodoxia ambos análisis se pueden considerar como políticamente correctos, ninguno contradice la afirmación de Greene sobre su autor. Después de leer las conclusiones de Vickers y Merriam, la posibilidad de que Marlowe fuera, en última estancia, el autor de Eduardo III, sigue flotando en el aire.

 

NOTAS

 

 

4: Greene ya se había referido a Marlowe en su obra Menaphon (1589) como el hijo mayor de un zapatero de Canterbury: «Whosoeue Samela descanted of that loue, tolde you a Canterbury tale; some propheticall full mouth, that as he were a Coblers eldest sonne

5: Roscius hace referencia a Quintus Roscius Gallus (muerto en el año 62 a.C.), actor cómico romano cuya enorme celebridad hizo que su nombre se convirtiera en un honroso epíteto y se usara como sinónimo de actor de prestigio.

6: Thomas Nashe, Pierce Pennilesse His Supplication to the Devil (1592). Traducción del autor.

7: En su obra La Trágica Historia del Dr. Fausto, Marlowe describe la luna de modo casi idéntico: «the bright circle of the horned moon».

8: Raphael Holinshed fue un historiador inglés nacido en 1529 cuya famosa obra The Chronicles of England, Scotlande, and Irelande, publicada en 1579, sirvió como referencia a Shakespeare y Marlowe para documentar varias de sus obras históricas.

9: Daryl Pinksen, Marlowe’s Ghost, The Blacklisting of the Man Who Was Shakespeare. iUnivers, 2008. pág. 115. Traducción del autor.

10: Thomas Merriam, Edward III, Literary and Linguistic Computing. Volume 15, No. 2, 2000. p.157.

 

5.3 LA SESGADA LECTURA DE LA ORTODOXIA

 

  Por un lado, la investigación llevada a cabo por Brian Vickers descubre la pluma de Thomas Kyd, amigo y compañero de Marlowe, en parte de Eduardo III Al mismo tiempo, dicho trabajo confirma que los tres primeros actos de la obra son fruto de la misma pluma que escribió algunas de las más célebres tragedias atribuidas a Shakespeare. 

 La prestigiosa historiadora A.D. Wraight puso al descubierto que el informe sobre la Armada conocido como «A Relation of Proceedings» sirve como fuente para la creación de esta obra; Wraight, tras una pormenorizada investigación, determina que dicho informe es obra de Marlowe. 

 El más significativo hallazgo de A.D. Wraight al respecto al tema de la autoría de Eduardo III se encuentra en la obra de Robert Greene: Francesco’s Fortunes (1590). En dicho escrito encontramos reflejado un pasaje que forma parte del primer acto de Eduardo III, el propio Greene nos informa que el autor de dicho pasaje es «the cobbler», inequívoco apelativo que identificaba a Christopher Marlowe con la profesión de zapatero ejercida por su padre. 

 La SBT, junto a algunas importantes editoriales de la obra de Shakespeare, amparándose en los trabajos de Vickers, asignan la autoría de Eduardo III a William Shakspere de Stratford. En sus notas no hacen ninguna valoración de los argumentos esgrimidos por A.D. Wraight en favor de Marlowe. Después de haber utilizado la expresión de Robert Greene: «Shake-scene» en defensa de sus intereses, olvidan ahora mencionar la concluyente afirmación de Greene al respecto de la autoría de Eduardo III.

 Esta dinámica de actuación es una buena muestra de los procedimientos que utilizan los representantes de la ortodoxia shakesperiana para defender su verdad.

 

 

 

2 opiniones en “5. Aparece Shakespeare”

  1. Otro indicio sobre la posible autoría de Marlowe es su intenso interés en el amor homosexual constante en sus obras: en los «Sonetos de amor» atribuido a un supuesto interés neoplatónico, las tres partes de Enrique VI, más Ricardo III y no estoy seguro si en Eduardo II. Este interés sería menos intenso y constante en un autor como Shakespeare del que nunca hubo un rumor de homosexualidad,al contrario que en Marlowe (aunque no hubiese pruebas de relaciones amorosas en su corta vida).

  2. Hay similitudes en todas partes,y los temas elegidos son muy de Marlowe. Timón de Atenas y el Rey Lear el hombre famoso que tiene que huir desconocido; la traición ambigua de Troilo y Crésida; la obra de Ovidio y los temas nacionales ingleses del que era experto Marlowe; Macbeth ambicioso y rebelde que «se vende al vaticinio de las 3 brujas». ¿Y en Ricardo II no hay mucho de lo que él debió vivir en un mundo de intrigas,fraudes y con una traición final?

Deja un comentario