6.2 LA TEMPESTAD: SEGUNDA PARTE DE LA OBRA DE MARLOWE, DOCTOR FAUSTO
Hasta ahora hemos visto como La Tempestad describe los avatares de la vida de un poderoso mago que, tras verse obligado a renunciar a su pasado, y estando en peligro su propia vida, se refugia en una isla donde el autor dibuja al mismo tiempo una metáfora de su propia existencia. Pero esta genial composición encierra al menos otra lectura, entre sus líneas se esconden evidencias que nos permiten conocer la verdadera identidad de su creador.
Cuando analizamos la singular secuencia de acontecimientos que marca el transcurso de La Tempestad, comprobamos que toda la acción tiene lugar en un solo día. Tras contrastar esta sucesión de eventos con la línea temporal de La Historia del Doctor Fausto, descubrimos un nexo cuyo análisis pone de manifiesto que Fausto y Próspero son dos nombres distintos que identifican a un mismo personaje.
No es casualidad que Fausto y Próspero sean poderosos magos sedientos de sabiduría a cuya osadía pone fin un cruel destino; tampoco lo es que los adjetivos próspero y fausto sean ambos sinónimos de afortunado. A estas aparentes coincidencias debemos añadir la circunstancia de que las obras que dan vida a estos magos están enmarcadas por una misma línea temporal donde las horas, además de señalar el transcurso del tiempo, son la clave para entender un discurso más profundo.
6.2.1 Datación y autoría de Doctor Fausto
The Tragic History of the Life and Death of Doctor Faustus (La Trágica Historia de la Vida y la Muerte del Doctor Fausto), nombre original de la obra de Marlowe es, probablemente, la primera adaptación al teatro de las anónimas leyendas compendiadas en el Faustbuch (Libro de Fausto) publicado por Johann Spies en Alemania en 1587. Los analistas fechan la composición de Doctor Fausto entre 1588 y 1589. Cuando relacionamos esta tragedia con La Tempestad, y con los datos biográficos que descubre su lectura, el momento de la composición de ambas obras adquiere una insospechada relevancia.
Se dispone de datos más concretos sobe la datación de dos publicaciones que parecen guardar una estrecha relación con Doctor Fausto; a partir de estas fuentes podremos establecer unos límites temporales a la información que pretendemos certificar.
Friar Bacon and Friar Bungay es un drama con el que su autor, Robert Greene, probablemente pretendía rivalizar con el exitoso mago conjurador de Marlowe. En la primera escena de esta obra hay una alusión al calendario 8 que permite situar la fecha de su composición con anterioridad a julio de 1589. Aunque la obra de Greene se basa principalmente en la anónima: The History of Friar Bacon, dedicada al polifacético fraile franciscano del siglo XIII Roger Bacon, los estudiosos han encontrado indicios que invitan a sostener que este drama imita la exitosa obra firmada por Marlowe. En su comedia The Comical History of Alphonsus, King of Aragon (1587-88), Greene se apoya en otra composición de Marlowe, la célebre Tamerlán el Grande; en la escrita por Greene, incluso se menciona por su nombre al protagonista de esta saga de Marlowe cuya puesta en escena serviría para consolidar la fama del joven poeta y dramaturgo nacido en Canterbury.
The Ballad of the Life and Death of Doctor Faustus the Great Conquerer (La Balada de la Vida y Muerte del Doctor Fausto, el Gran Conjurador) es una composición, narrada en primera persona, que resume en 83 líneas la obra dramática del mismo nombre. Aunque la copia de que se dispone hoy en día podría no ser un fiel reflejo de la original, son muchas las publicaciones en las que se considera que la función de esta balada era la de actuar como reclamo para el drama de nombre similar compuesto por Marlowe. La licencia para la publicación de este poema se concedió el 28 de febrero de 1589.
Estos datos nos permiten aventurar que la composición de Doctor Fausto acaeció en algún momento entre la publicación de la obra de Spies, septiembre de 1587, y la mencionada fecha de licencia de la balada de Fausto, febrero de 1589.
El profesor y emérito germanista Harold Jantz, apunta la probabilidad de que existiera ya en 1587 una traducción al latín anterior a la alemana del Faustbuch, que Marlowe podría haber consultado durante su estancia en Cambridge.
Algunos analistas proponen una segunda fecha más tardía para la composición de la obra. El argumento en que se amparan se basa en que la traducción al inglés del Faustbuch, conocida como English Faust Book (EFB), contiene al menos dos capítulos que no aparecen en el texto alemán pero sí encuentran reflejo en Doctor Fausto. Se desconoce la identidad del autor del EFB cuyo nombre figura en la portada como «P. F. Gent.» (donde «gent» señala su titulación como caballero); el título completo de esta obra es: The History of the Damnable Life and Deserved Death of Doctor John Faustus (La historia de la detestable vida y merecida muerte del doctor John Faustus) y su primera fecha conocida de reimpresión es 1592. La mayoría de los editores de Doctor Fausto coinciden en proponer que el EFB es la fuente principal del drama de Marlowe. En cualquier caso, no disponemos de información sobre la fecha de primera publicación de esta versión inglesa del Faustbuch y, por lo tanto, no hay evidencias que permitan sostener que este texto no podría estar ya en circulación en 1588.
No deberíamos dejar de contemplar la posibilidad de que la composición de Marlowe haya ido evolucionando mediante sucesivas revisiones y que incluso haya podido incorporar nuevos capítulos en el lapso entre su creación y su publicación definitiva.
Además de la primera versión de Doctor Fausto, que consta de 1485 líneas y cuya publicación se demoró hasta 1604, existe una segunda versión, cuya primera edición está fechada en 1616. Se ha convenido en llamar texto A a la primera versión y texto B a la segunda. El texto B de Doctor Fausto omite 36 líneas del original y añade 676 nuevas.
Ambas versiones, tanto la publicada en 1604 como la de 1616, presentan en sus portadas a Marlowe como único autor. Los textos ortodoxos, no obstante, no parecen dar crédito a este dato. Según los libros de historia, Christopher Marlowe murió el 30 de mayo de 1593 y en Doctor Fausto se describen eventos que tuvieron lugar después de dicha fecha.
La mayoría de los estudios publicados al respecto coinciden en señalar que en esta obra se adivinan otras plumas junto a la de Marlowe. A estos posibles colaboradores, según la ortodoxia, se les debería atribuir la inclusión de las llamadas escenas cómicas. Existe una teoría bastante extendida que propone que uno de los rasgos distintivos entre el corpus de Marlowe y el de Shakespeare es que la obra de Marlowe apenas muestra vis cómica. Como podremos comprobar en este capítulo, son precisamente estos supuestos pasajes satíricos o burlescos de Doctor Fausto los que esconden algunos de los más importantes datos relacionados con la biografía de Marlowe. Esta revelación invita a rebatir el argumento ortodoxo sobre la supuesta coautoría de la obra.
Es importante destacar que, tanto las obras atribuidas a Marlowe como el corpus de Shakespeare, presentan modificaciones desde su primera publicación hasta, al menos, 1622. La evolución que se observa en los distintos in quarto de Shakespeare así lo demuestra. Además de las correcciones de tipo editorial, existen otras propias de autoría que resultan prácticamente inconfundibles.
Como bien saben los especialistas en la obra de Shakespeare, entre los años 1619 y 1622 se llevó a cabo una importante revisión en muchas de sus obras. Gran parte de La Fierecilla Domada, como señala James J. Marino, fue compuesta alrededor de los años 1619-20. Sirva como ejemplo la referencia a «Soto» (línea 86 de la introducción) que parece referirse a un personaje de la obra de Fletcher Women Pleased, que no fue publicada hasta 1620.
El sexto in quarto de Ricardo III, cuya edición impresa fue llevada a cabo por Thomas Purfoot en 1622, fue reimpreso en el First Folio al año siguiente. En dicha edición se añadían 193 líneas además de otros 2000 cambios menores. La más famosa de estas incorporaciones es un pasaje de 54 líneas en las que Ricardo promete que su esposa será «Caesar’s Caesar» (César del propio César) (4.4.288-342), con la que se proporciona más énfasis a la tibia mención alegórica a César que había figurado en la obra hasta entonces. Se sabe que estos cambios fueron realizados directamente sobre una copia del in quarto de 1622, ya que doce errores de impresión que aparecían en la edición de Thomas Purfoot quedaron reflejados, junto con las comentadas líneas adicionales, en el First Folio. Al mismo tiempo, queda confirmada su datación en 1622-23, ya que en anteriores in quarto de Ricardo III no aparece ninguna de estas modificaciones. Este tema fue objeto de numerosos estudios en la década de 1950 y, existe consenso generalizado entre los especialistas que sostienen que las 193 nuevas líneas añadidas son, por el estilo en el que están escritas, atribuibles al autor.
En el caso de Otelo, tras la muerte de Mary Sidney en septiembre de 1621, se añadieron 163 líneas que aparecerían en el in quarto publicado en 1622. La mayoría de estas nuevas líneas afectan al acto IV de la obra que, a partir de esta modificación, duplica su tamaño. La aportación más significativa se manifiesta en el fortalecimiento del personaje de Emilia que, gracias a estos nuevos pasajes, muestra un perfil más definido que exhibe un marcado tono feminista. Según el exhaustivo análisis que John Hudson publica en su obra Shakespeare’s Dark Lady, 9 el personaje de Emilia está basado en Amelia Bassano que, como poetisa, fue conocida como Emilia Lanier. De acuerdo con John Hudson, Amelia, además de amante de Marlowe, fue la famosa Dark Lady de los sonetos de Shake-speare.
El todopoderoso arzobispo John Whitgift que, entre otros muchos cargos, regentaba el tribunal encargado de la censura, murió en febrero de 1604. La primera edición de Doctor Fausto se demoró hasta ese mismo año. Los estrenos ante Jacobo I de Otelo y Medida por Medida, comprometidas obras cargadas de información biográfica e histórica que, tal vez, llevaban años esperando el momento de su publicación, acontecieron también en 1604. Es lógico suponer que, después de la suerte que había corrido As You Like It (Como Gustéis), que recibió un no apto de la censura en 1600, los editores de Doctor Fausto evitaran precipitar la publicación de este revelador texto en cuya portada figuraba el nombre de un autor que había caído en desgracia.
NOTAS
8. La obra de Greene cita en su primera escena «el próximo viernes es Santiago». Esta festividad se celebra el 25 de julio. Entre los posibles años de composición de la obra, sólo el año 1589 cumple el mencionado requisito.
9. Shakespeare’s Dark Lady. John Hudson. Ed. Amberley. Gloucestershire 2014.
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6.2.2 El doble argumento de Doctor Fausto
El Doctor Fausto de Marlowe adopta la línea argumental del Faustbuch publicado por Johann Spies. Además de la temática y la elección de muchas escenas concretas, la presentación de su protagonista coincide básicamente con la del texto alemán.
Hoy en día se acepta como un hecho probado que el personaje encarnado por el doctor Fausto está basado en una persona real que vivió en Alemania y murió hacia 1540. Se dispone de documentos universitarios, cartas y diarios que acreditan que Johann Georg Faust era un alquimista que había recorrido mundo y que tenía un gran bagaje cultural. Este Fausto real, que se ganaba la vida haciendo predicciones y encantamientos, se refería al diablo como su «amigote» y, según cita alguna fuente, practicaba la necromancia.
El Faustbuch de Spies es el fruto de una recopilación de textos sobre el célebre doctor conjurador. Tanto su exposición en tercera persona, como las repetidas advertencias del narrador sobre los peligros de adentrarse en temas mágicos, nos confirma que estamos aún ante un producto propio de la contrarreforma alemana. Su carácter ejemplarizante coarta la creatividad de su autor y desaprovecha el interés que para el lector de la época suscitaba la lectura de temas mágicos o metafísicos. Las iniciativas del doctor Fausto parecen vigiladas y su condena diríase que está decidida de antemano. La encorsetada prosa de sus líneas genera distanciamiento con el lector y limita sus probabilidades de deleite con las audacias del hechicero.
La puesta en escena de la versión de la obra escrita por Marlowe es completamente novedosa. El doctor Fausto se presenta en primera persona y desde el comienzo de su lectura percibimos que es el propio autor quien se dirige al lector a través del discurso de su protagonista.
Fausto es un brillante estudiante universitario que, pese a haber obtenido el doctorado en teología, posee un espíritu inconformista e innovador que le inclina a aborrecer los preceptos que abundan en esta doctrina. Su titulación como teólogo le servirá para guardar las apariencias mientras busca la excelencia en materias más provechosas. El dominio de la lógica y el arte del buen debatir son logros que él ya alcanzado. Las leyes, por su lado, están demasiado supeditadas al terreno de lo servil y lo mundano.
En cuanto a la medicina, estas son las reflexiones de Fausto: Escena I, texto B:
Why, Faustus, hast thou not attain’d that end?
or, being dead, raise life again,
then this profession were to be esteem’d.
A pesar de ello no eres más que Fausto, un hombre.
Como volveremos a encontrar más adelante (ver 6.2.7), entre los autores, intelectuales y, probablemente, parte del pueblo llano, la expresión «the plague» no servía únicamente para referirse a la peste, enfermedad que causaba estragos en la Europa del momento. Cuando lo que se pretendía era aludir a las prácticas inquisitorias que capitaneaba la jerarquía eclesiástica en connivencia con los agentes del gobierno, el uso de esta palabra evitaba una expresión demasiado explícita y sus peligrosas consecuencias. De los agentes del mundo literario, dramaturgos, poetas, impresores y editores, fueron pocos los que se libraron de la persecución, la tortura, la prisión o incluso la pena capital. Ninguno de ellos se libró de sufrir directa o indirectamente los efectos de la despiadada censura.
Cuando Fausto habla de recetas, monumentos y ciudades que se salvan de la plaga, Marlowe está aludiendo a ese cuarto poder en el que se estaba convirtiendo el teatro, donde las recetas están contenidas en sus obras que contribuyen a crear una conciencia colectiva que se contrapone al miedo, la inacción y la ignorancia promovidos por los estamentos oficiales.
Fausto manifiesta en sus elucubraciones, que un arte que sea capaz de devolver a un muerto a la vida, o sirva para proporcionar la vida eterna, sí es una profesión digna de estima. Este parece ser el objetivo principal del hechizo que, en efecto, se consuma en la obra de Marlowe. Esta resurrección simbólica quedará consolidada veinticuatro años después con la aparición La Tempestad. El sortilegio que se produce al conectar ambas obras debería servir, si la historia no lo ha hecho antes, para sentar un veredicto sobre su autoría o, lo que es lo mismo, para devolver la vida al autor que murió, según la historia, en mayo de 1593.
Volviendo a la descripción que Fausto hace de sí mismo, sus ansias de poder y conocimiento le incitan a buscar en otros campos. La metafísica de la magia y la nigromancia, no sólo le parecen atractivas sino que su práctica le permitirá el acceso a increíbles deleites y extraordinarios poderes que podrían equipararle a un semidiós.
and necromantic books are heavenly;
lines, circles, scenes, letters, and characters;
but his dominion that exceeds in this,
a sound magician is a demigod:
here tire, my brains, to gain a deity.
y libros nigrománticos son celestiales.
Líneas, círculos, escenas, letras y personajes;
no pueden invocar al viento, ni hender las nubes,10
mas aquel que en este dominio descolle,
alcanza tanto cual la mente humana;
un buen mago es un semidiós:
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Tanto el Faustbuch de Spies como el EFB dedican su segundo capítulo a describir como, mediante el uso de «Vocabula, Figures, Characters y Conjuractions» (palabras, figuras, caracteres y conjuros), su protagonista comienza a practicar sus artes de conjurador. Ambas versiones del Doctor Faustus de Marlowe sustituyen estos términos por «Lines, Circles, Scenes, Letters, and Characters» (líneas, círculos, escenas, letras y personajes). La palabra «characters» tiene dos acepciones principales, una es sinónimo de símbolos, mientras que la otra lo es de «personajes». Cuando el autor añade «letters» (letras), que es ya uno de los sinónimos de «characters», parece querer indicarnos que no es esta la acepción que debemos asignar a este último término; con la incorporación del elemento «scenes» (escenas) las intenciones de Marlowe, así como la lectura que debemos aplicar a «characters», resultan ahora obvias.11
Marlowe, con el uso continuado de la doble semántica, nos está informando que el instrumento mágico, que valiéndose del uso de estos símbolos gráficos proporciona extraordinarios poderes a su portador, no es otro que la pluma. En otras palabras, el análisis de Doctor Fausto pone de manifiesto que, de forma simultánea a la acción que se desarrolla en un primer plano, en un nivel más profundo, el propio autor, haciendo partícipe al lector, cuenta otra historia donde él es el protagonista.
La obra de Marlowe, así como la firmada por Shakespeare, lleva siglos siendo minuciosamente analizada. No parece razonable pensar que detalles tan significativos como los aquí mencionados puedan escapar al escrutinio profesional. En cualquier caso, entre las decenas de publicaciones consultadas para la realización de este análisis, no he conseguido encontrar una sola que recoja esta evidencia o que profundice en la doble semántica que transmite La Historia del Doctor Fausto de Marlowe.
Al indicar que los gobernantes y reyes no pueden invocar al viento, Marlowe parece estar compartiendo sus planes con el lector. Llegados a este punto, no es difícil reparar en que esta frase conecta Doctor Fausto con La Tempestad, cuya composición podría estar ya en la mente del autor.
I’ll have them wall all Germany with brass,
and make swift Rhine circle fair Wertemberg.
Haré que construyan un muro de latón alrededor de Alemania
y que el veloz Rin rodee la bella Wertemberg.
Un muro de latón podría, en un símil poético, simbolizar el mar. Cambridge, la bella ciudad inglesa donde Marlowe cursó sus estudios durante siete años, debe su nombre a los términos: «bridge» (puente) y Cam, nombre del río que bordea la ciudad y su campus universitario. El Rin, sin embargo, circula a unos 400 kilómetros de Wittemberg. La intención velada que se adivina tras estas líneas es la de hacernos entender que Witemberg (o Wertemberg, tal como figura en el texto A) es, en Doctor Fausto Cambridge, y una Alemania rodeada por el mar estaría evocando a las Islas Británicas. A partir de esta presunción es fácil comprender el resto: Doctor Fausto es un mago alemán en una lectura de la obra mientras que en la otra, la más trascendente, es el propio Kit Marlowe quien se dirige a nosotros.
De forma similar a la historia de Fausto, la formación universitaria de Marlowe estaba encaminada a su formación como teólogo. Marlowe era un alumno excepcional que se podía permitir el compaginar los estudios académicos con la práctica del espionaje internacional en beneficio de su gobierno. Su avidez de conocimiento le había llevado a un profundo estudio de la literatura y filosofías grecorromanas. Toda la obra de Marlowe, con la excepción de La Masacre de París, alude reiteradamente a los términos: Naturaleza y Fortuna. El estoicismo fue durante siglos la filosofía con mayor influencia en el mundo grecorromano. Este movimiento propone que el «bien máximo» summum bonum se alcanza viviendo conforme a la Naturaleza, término que la filosofía estoica identifica con la divinidad; la virtud y la razón son los medios que proporcionan al filósofo la sabiduría que le permite liberarse de los condicionamientos y temores al azar (Fortuna).
En el canon de Shakespeare, los términos Naturaleza y Fortuna aparecen en proporción similar a la que encontramos en el de Marlowe. El diálogo entre Celia y Rosalind, que da comienzo a la segunda escena de As You Like It (Como Gustéis), es una magnífica muestra del significado que estas palabras tenían para su autor. La doctrina promulgada por las Iglesias Cristianas, junto a la sinrazón de sus dogmas, chocaba con la filosofía de aquellos que habían optado por el cultivo de la razón. Kit era integrante de la llamada: «Escuela de la Noche», pequeña academia fundada por Walter Raleigh y Henry Percy, noveno conde de Numberland, el cual, por su pasión por la lectura y la experimentación adquirió el sobrenombre de «el conde mago». La Escuela de la Noche sirvió como centro de reunión intelectual donde se debatía sobre ciencia, magia, literatura, poesía, filosofía, religión y ateísmo, viajes, descubrimientos y estrategias para luchar contra la plaga. Entre sus integrantes cabe destacar a algunas de las mentes más privilegiadas del momento como: Thomas Harriot, Walter Warner y Robert Hues, conocidos como «los tres magos».
Marlowe era, además, el líder indiscutible en la escena dramática inglesa, donde gozaba de la admiración de casi todos y del recelo de unos cuantos.
El personaje encarnado por el doctor Fausto, tal como lo describe el Faustbuch, difícilmente podría ser más atractivo para nuestro autor. Doctor Fausto nos descubre que su protagonista es, al igual que Próspero, el alter ego de su autor.
Cornelio y Valdés (a éste último Marlowe le añade la coletilla de «el alemán»), son sus dos amigos expertos en el campo de la magia que se encargarán de iniciar al osado estudiante en esta disciplina.
El apellido Valdés, de origen español, podría ser el apodo que Marlowe asigna a su amigo y compañero en la Escuela de la Noche, Walter Warner, cuyo apellido es de procedencia alemana. En 1646 se publicaron los trabajos de Warner en el campo de la óptica, geometría y teoría atómica de la materia bajo el título: Universae geometriae.
El otro mago, Cornelio, parece estar basado en Thomas Harriot:
enrich’d with tongues, well seen in minerals,
se haya enriquecido con idiomas, y esté versado en minerales,
Harriot está considerado como el más importante astrónomo y matemático inglés anterior a Isaac Newton. Entre sus aportaciones cabe destacar el trazado de rutas para la navegación transoceánica y el diseño de sus famosos mapas lunares apoyados en la observación telescópica. Harriot, además, fue experto en lingüística y en su expedición al nuevo mundo en los años 1585-86 visitó la isla Roanoke frente a Carolina del Norte donde se dedicó a aprender la lengua de las tribus algonquinas. Su relato sobre este viaje: A Briefe and True Report of the New Found Land of Virginia, contiene detallada información sobre el aprovechamiento de los recursos minerales del Nuevo Mundo.
Gracias a la ayuda de los libros y los consejos de sus amigos, Fausto consigue invocar a Mefistófeles, enviado de Lucifer, con quien pactará la venta de su alma a cambio de veinticuatro años de gozo y poder ilimitados.
La puesta en escena de Marlowe consigue el difícil equilibrio que supone una presentación perfectamente aceptable desde el punto de vista teológico, al tiempo que exhibe un coherente discurso. Fausto comparte con el público sus razonamientos y disquisiciones. Este novedoso tratamiento atrae al espectador renacentista, que acude en masa a las representaciones de su obra. El Doctor Fausto fue un clamoroso éxito 12 que aún seguía llenando teatros años después de iniciada la cruzada contra la reputación de su autor.
La obra se introduce con un coro que ejerce como observador políticamente correcto y que presagia un funesto final para el ansia de poder y conocimiento con que se describe a Fausto. Estas cualidades se anuncian pero no encuentran reflejo en el texto que, por el contrario, descubre a un mesurado Fausto que, tras haber conseguido los anhelados poderes extraordinarios, mantiene en todo momento un discurso razonable aunque exento de hipocresía. Marlowe recurre a dos personajes propios del medievo, el ángel bueno y el ángel malo, que actuarán como conciencia de Fausto. Ellos aportan el tono moralmente exigible en aquel momento histórico y permiten al autor presentar a Fausto como un personaje humanista prototípico del Renacimiento, como demuestra su interés por las culturas clásicas y por el universo que le rodea, mientras que su rol como mago librepensador promociona al hombre en detrimento del teocentrismo reinante.
Este discurso descubre a un personaje, alter ego de su autor, mucho más altruista de lo que presagia el coro. El poder que la magia entrega a Fausto sirve a Marlowe de cauce para contarnos su verdad al tiempo que la oculta a los ojos de la censura. Esta historia, como casi todo el canon de Marlowe, contiene más lecturas de las que nos cuentan la mayoría de sus analistas. Por los escenarios creados en sus obras transitan muchas de las personas que formaron parte de su entorno.
Fausto utiliza sus recién adquiridos poderes para intentar desentrañar la composición del cosmos y los secretos de la naturaleza. El intrépido estudiante comparte estas facultades con amigos, reyes y emperadores a los que invita a disfrutar junto a él, convirtiendo con su magia los deseos de aquellos en realidad. Viaja por Francia y por Italia y detiene su visita en Roma donde, además de admirar la belleza de sus espléndidas construcciones, decide participar junto al Papa en las fiestas de San Pedro. Aprovechando su invisibilidad, tras confirmar que Bruno,13 a quien define como el antipapa, es condenado a morir en la hoguera, abofetea al Papa y coloca cuernos al cardenal Benvolio.14
Cuando se acerca el momento de entregar su alma a Lucifer, Fausto pide a su sirviente, Mefistófeles, que le conceda tener por amada a la celestial Helena:
Doctor Fausto. Escena XIV
that I may have unto my paramour
that heavenly Helen which I saw of late,
Here will I dwell, for heaven is in these lips,
and all is dross that is not Helena.
para satisfacer los anhelos que asolan mi corazón,
que pueda poseer como amante
a la celestial Helena a quien vi no a mucho
estos pensamientos que me disuaden de mi juramento,
por la que ardieron las altas torres de Ilión?
sus labios sorben mi alma: ¡mira como vuela!
ven, Helena, ven, devuélveme mi alma.
Aquí residiré, puesto que el cielo está en estos labios
Poco después de pronunciar estas palabras, acontece la escena final en la que Fausto se reúne con tres estudiantes:
Estas son las últimas palabras que pronuncia el doctor Fausto, antes de la aparición del coro que pone fin a la obra:
Marlowe ya había conseguido librarse de la tortura que el destino pareció haberle deparado en el pasado. ¿Sería este «puro ingenio esencial» (tal como Thomas Thorpe, editor de los Shake-speare’s Sonnets, describe a Marlowe)16 capaz también de salvar a Fausto de la muerte?
Para comprender la genialidad de Kit Marlowe debemos trasladarnos a la Inglaterra de su época y a su represivo contexto. Cuando amalgamamos sus cualidades innatas, su ansia de conocimiento, los frutos adquiridos en sus años de dedicación al servicio secreto de su país y el descarnado entrenamiento al que su rol en la vanguardia de la intelectualidad le había conducido, podemos empezar a intuir el modus operandi al que se vio abocado. Con la fuerza de su pluma, la sutileza de su discurso y el inigualable uso de la polisemia, Marlowe grita desde el más allá que está vivo y, mientras se lamenta de su triste infortunio, nos deleita con la agudeza de su obra. Cuando le descubrimos entre líneas, todo empieza a encajar como pequeñas piezas de este gigantesco puzle: el legado de Christopher Marlowe, una de las maravillas de la historia de la literatura universal.
En su magnífica obra Renaissance in Italy, J. Addington Symonds nos ofrece esta interpretación del significado de Fausto, que tanto puede servir como análisis de la obra de Marlowe, como del Fausto que Goethe crearía más de doscientos años después:
Fausto es, por lo tanto, una parábola de los impotentes anhelos medievales, de su apasionada aspiración, el deseo de una afligida consciencia y la curiosidad encadenada por los estrechos límites de un conocimiento imperfecto y un dogmatismo irracional. La belleza indestructible del arte griego, del cual Helena era el emblema, se convirtió, con el descubrimiento de la poesía y la escultura clásicas, en la posesión de la modernidad. El medievalismo tomó a esta Helena por esposa, y su descendencia, el Euforión del drama de Goethe, es el espíritu del mundo moderno.17
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NOTAS
10. La frase, «Nor can they raise the wind, or rend the clouds» (no pueden invocar al viento, ni hender las nubes), sólo figura en el texto A. Entre los motivos posibles para la supresión de esta línea cabe contemplar la intención del autor de no llamar la atención de los encargados de la censura.
11. En las ediciones posteriores a 1616 se suprime de esta serie de elementos la palabra «escenas». Ciertamente los otros cuatro símbolos ya parecen suficientemente explícitos; con la adicción de «escenas» la intención del autor resulta, tal vez, demasiado evidente.
12. De acuerdo con el diario de Philip Henslowe, en el lapso entre 1594 y 1597, la compañía «The Admiral’s Men» interpretó Doctor Fausto en veinticinco ocasiones.
13. El personaje de Bruno, como gran parte de la obra de Marlowe, acepta dos lecturas; por un lado estaría representando a Victor IV, erigido por Federico Barbarroja (1122-1190) como Papa rival del oficial Alejandro III. Papa y anti-Papa se enfrentaron hasta que por fin Alejandro III consiguió subyugar al Emperador. Éste fue ordenado inclinarse a los pies del Papa, quien colocó su pie sobre su cuello y citó a los salmos: “Sobre el león y el áspid pisarás; Hollarás al cachorro del león y al dragón.” (91:13). El Emperador respondió que se inclinaba así no ante él, sino ante San Pedro, a lo que el Papa respondió “Ante mi y San Pedro” (Marlowe, Christopher, Doctor Faustus, ed. John. D. Jump, Methuen, London, 1965: p. 166.). Al mismo tiempo, el inconfundible nombre de Bruno, junto a la condena papal para que sea quemado vivo en la hoguera, revelan una evidente alusión a Giordano Bruno.
14. El personaje Benvolio no se define en el reparto como cardenal; sin embargo, en la escena VII del texto B, Mefistófeles propone a Fausto colocar enormes cuernos sobre las cabezas de los cardenales: «Clap hughe horns upon the cardinals heads». Benvolio, cuyo nombre tiene parecido con el de Bellarmino, cardenal que se encargó de dirigir el juicio contra Giordano, es el único personaje al que Fausto coloca cuernos; a partir de este dato parece lógico entender que estos cuernos en su cabeza sirven para indicarnos que se trata de un cardenal.
15. Una frase muy similar a la referida: «Was this the face that launch’d a thousand ships«, es elegida por Shakespeare para referirse, cómo no, a Helena:
6.2.3 La biografía de Marlowe en Doctor Fausto. Enfrentamiento Marlowe-Baines
La escena VI de Doctor Fausto, protagonizada por Robin y su cómplice Dick (que en el texto A se llama Ralph), relata como estos personajes roban una copa de plata de una taberna. Este evento, aparentemente insustancial, descubre a un siniestro personaje asociado con la biografía de Kit Marlowe.
Richard (Dick) Baines fue un espía al servicio del gobierno de Inglaterra, que en enero de 1592 cumplía junto a Marlowe funciones de espionaje en Flushing (Países Bajos). Su misión era destapar una trama católica en la que se acuñaba moneda falsa con el objetivo de conseguir una base económica para tratar de restaurar el catolicismo en Inglaterra; para ello se hicieron pasar por simpatizantes católicos. Por motivos que desconocemos, Baines presentó una denuncia en la que acusa a Marlowe de acuñar moneda falsa. Este incidente motivó la intervención del gobernador inglés en Flushing, Robert Sidney, hermano del poeta Phillip Sidney, que enviaría a ambos de vuelta a Londres junto a una nota dirigida a William Cecil, jefe del gobierno de Isabel I, en la que se relatan los pormenores del asunto.18 Todo parece indicar que el evento no acarrearía consecuencias. Una vez en Londres, ambos siguieron desarrollando sus labores de espionaje y mantuvieron su relación con Thomas Walsingham, director del servicio secreto inglés tras la muerte en 1590 de Francis Walsingham, pariente de Thomas.
Pocos días antes de la supuesta muerte del insigne poeta fue entregada al Consejo Privado de la Reina una nota acusatoria en la que se expone una larga lista de transgresiones de las normas establecidas que, según su autor: Richard Baines,19 reflejaban los deleznables criterios de Christopher Marlowe. Este texto se ha convertido en el principal elemento instigador de la campaña de desprestigio contra Marlowe. Aún hoy en día se sigue aludiendo a la nota de Baines para desacreditar la memoria de Marlowe y seguir obstaculizando su derecho a reclamar la autoría de la obra firmada por Shakespeare.
Diez años antes del incidente de Flushing, en mayo de 1582, encontrándose Richard Baines infiltrado como espía en el seminario católico de Reims, fue detenido y recluido; primero, en la cárcel de la localidad, donde permaneció hasta abril de 1583, y después en el propio seminario. Se le acusaba, entre otras cosas, de haber planificado el envenenamiento del agua del pozo del que bebían los alumnos de la institución. Él mismo declaró y firmó un documento ante el rector de la institución, el Dr. William Allen, en el que se autoinculpa del «malévolo acto de intentar envenenar el agua del pozo y de contemplar la opción de acabar con la vida de todos los que allí habitan».20
La siguiente escena pertenece a El Judío de Malta, obra compuesta por Marlowe hacia 1591:
En esta escena Itamar, criado del judío Barrabás, se presta a llevar un caldero con un guiso envenenado al convento donde reside Abigail que, enfrentada a su padre Barrabás, había tomado los hábitos de monja. Parece evidente que estos hechos están inspirados en el delito que Richard Baines había reconocido cuando se encontraba en Reims. La mención de las yeguas de Flandes, región en la que en aquella época se encontraba Flushing, no parece tener otra función que la de dejar patente que no estamos ante una coincidencia. Algunos analistas ven en esta escena una posible causa desencadenante de la cruel nota de Baines.
Se tienen noticias de un personaje de nombre Richard Baines que, tras ser acusado de robo con circunstancias agravantes, fue ahorcado en Tyburn 21 en 1594. Poco tiempo después de su ejecución se publicó una balada cuyo título era: The woeful lamentation of Richard Baines executed at Tyburn the 6th, of December 1594 (El triste lamento de Richard Baines ejecutado el 6 de diciembre de 1594). Aunque la balada se ha perdido, su sola existencia indica que este personaje tenía una historia que contar.
Como iremos comprobando, es difícil encontrar en los escritos de Marlowe la descripción de acontecimientos o la puesta en escena de personajes que no cumplan una función específica que evidencie un propósito concreto.
NOTAS
19. En el apéndice C se incluye el texto completo de la Nota de Baines redactada en los últimos días de mayo de 1593.
20. Frederick S. Boas, «Informer against Marlowe» The Times Literary Supplement, 16 sept,1949.
21. El nombre de Tyburn fue durante siglos sinónimo de pena capital. Esta localidad estaba en aquella época situada en las afueras de Londres. En 1571 se erigió una estructura de madera con tres postes como base y conocida como «El árbol de Tyburn». Este artilugio se utilizó de forma masiva durante siglos para ahorcar a los reos.
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6.2.4 Walter y el Payaso. Thomas Kyd entra en escena
Aunque la obra original no presenta división alguna, muchos editores modernos, con el objeto de facilitar tanto su lectura como su interpretación teatral, han redistribuido el texto original en actos y escenas. Esta división genera un problema a la hora de citar los distintos pasajes, pues no todas las publicaciones mantienen la secuencia de escenas de la obra original. En la protagonizada por Walter y el Payaso nos encontramos con un problema adicional; en muchas ediciones de Doctor Fausto el personaje que en el texto original aparece con el nombre de Clown (Payaso), ha sido sustituido por el de Robin. Cuando nos percatamos de que en Doctor Fausto ya figura un personaje con el nombre de Robin, que no guarda relación con el Payaso, esta decisión se revela como un perfecto despropósito.
La escena en cuestión, así como la protagonizada por Robin y Dick, o aquella donde un caballo se transforma en heno, no aportan elementos necesarios al contexto. Se trata de historias inconexas que requieren un cambio de escenario con las que se añaden tintes cómicos y desenfadados a la trama. Una lectura paralela de estos textos, la que se esconde detrás de la evidente, descubre que en ellos se esconden datos que, desde el punto de vista de la autoría, tienen una gran relevancia.
Doctor Fausto (Texto A) Escena IV (1-6)
La frase realzada en negrita, donde la palabra boy se recalca muy significativamente, parece revelar una paronimia en la que Marlowe disfraza el nombre del malogrado dramaturgo Thomas Kyd cuya consagrada obra: The Spanish Tragedy (La Tragedia Española) rivalizó en popularidad con el Tamburlain the Great (Tamerlán el Grande) de Marlowe. El término kid, cuya pronunciación es similar a la de Kyd, es sinónimo de «niño o chiquillo».
En los primeros meses de 1593 se habían producido revueltas contra las comunidades de hugonotes que recientemente se habían instalado en Londres. En la puerta de la Iglesia Holandesa de Londres se colgó un libelo versificado que invitaba a la violencia contra dicha comunidad. En este período se había remitido para su aprobación al «Master of the Rebels» (Maestro de Ceremonias que también poseía el cargo de censurador teatral) la obra Sir Thomas More. Esta obra, que era fruto de un trabajo conjunto, y en cuya trama se trataba el tema de las revueltas contra los inmigrantes, fue en principio rechazada, quedando a la espera de que fueran reescritas las escenas en las que se citaba el comprometido asunto. La posibilidad de que los dramaturgos pudieran estar implicados en las protestas, o que hubieran prestado su colaboración en los sediciosos versos hallados en la Iglesia Holandesa, provocó que las autoridades iniciaran un registro en los domicilios donde se alojaban los autores bajo sospecha.
En la residencia de Kyd, que hasta el año anterior había compartido con Marlowe, se encontraron, el 11 de mayo, papeles defendiendo el arrianismo. El 18 de mayo se firma la orden de captura contra Marlowe que se presenta ante las autoridades el día 20. Parece evidente que su cargo de espía y sus vínculos con relevantes componentes del gobierno le hacen merecedor de un trato distintivo; aunque le toman declaración se concede a Marlowe libertad bajo fianza y se le otorga un plazo antes de tener que presentarse diariamente ante la corte de la Star Chamber. Kyd, que había sido detenido y puesto a disposición de la Corte de la Cámara Estrellada (The Court of the Star Chamber), pese a declararse inocente y trasladar toda la responsabilidad del herético escrito a Marlowe, es objeto de tortura. Apenas un año después de su detención, Kyd moriría, lisiado, pobre y vilipendiado.
Marlowe, a quien cabe suponer le esperaba un final similar al de Kyd, ¡oh casualidad!, en el decimo día de libertad, cuando, tras la difusión de la nota de Baines su suerte estaba a punto de expirar, decide reunirse con dos espías y un empleado de Thomas Walsingham, amigo y mecenas de Marlowe que era además el jefe del servicio secreto inglés. En un alojamiento sito en Deptford, localidad próxima a Londres que era sede de la Compañía de Moscovia, y de donde salían barcos hacia el continente, los cuatro personajes allí reunidos debaten tranquilamente 22 durante ocho horas. Tras una discusión por el pago de la factura de la estancia, Marlowe termina con su propia daga clavada en un ojo, lo cual, según el escueto informe del juez de instrucción, 23 acabó con su vida de forma instantánea.
Según la historia, Marlowe fue enterrado en el camposanto que rodea la Iglesia de Deptford, pero su tumba no pudo ser delimitada. Al parecer, la peste (the plague) que en ese momento asolaba Londres, no permitió colocar una lápida con su nombre o celebrar su entierro. Tampoco aparecería, pese a las repetidas reclamaciones de sus familiares, el cuerpo de John Penry, líder puritano que después de varias prórrogas, fue ahorcado el día anterior por orden de Whitgift. Conviene señalar que esta ejecución tuvo lugar a las cuatro de la tarde, fuera del horario habitual de los ajusticiamientos.
En los actos IV y V de la obra de Shakespeare Medida por Medida, para librar a Claudio de una injusta condena a muerte, se propone el uso del cadáver de un reo de su misma edad que deberá ser ejecutado en la tarde del día anterior.
Measure for Measure (4,2,129-140)
En el corpus de Shakespeare encontraremos también multitud de alusiones a la daga mortal, a la pérdida de un ojo, a la disputa por una factura (the reckoning) o a muertes fingidas. 24 La que se expone a continuación está extraída de La Tempestad:
La Tempestad (2,1,277-287)
y yo, con este acero, con sólo tres pulgadas,
haciendo lo propio, podríais producir el guiño perpetuo
que no debería censurar nuestra conducta.
Todos los demás, se lo tragarán
y en cualquier asunto verán en el reloj
la hora que nosotros les marquemos.
Volviendo a la escena que protagonizan Wagner y el Payaso, el paralelismo entre la historia del Payaso y el triste final de Kyd es innegable. El siguiente diálogo estaría aludiendo, de forma sarcástica, al hecho de que Thomas Kyd acusara a su amigo Christopher Marlowe para librarse de la tortura:
Escena IV (7-14)
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En el siguiente diálogo se cita un instrumento de tortura: la parrilla o «gridiron» y se alude a las heridas que, tanto éste como otros ingenios utilizados por la inquisidora corte, dejaron en el cuerpo del joven Kyd.
De la misma forma que Kyd se transforma en «kid» y el «guilder» (florín) que ofrece Wagner se convierte a los oídos de Kyd en «gridiron» (parrilla), el nombre de uno de los dos diablos que se llevan al Clown (Thomas Kyd), se va transformando desde el «Baliol» inicial hasta el «Banio» final. Una vez conocido el papel que Richard Baines jugó en el destino de Marlowe, encontramos un importante motivo para justificar este baile de letras.
La frase que aparece en el cuarto acto de La Tragedia Española: «In Paris? mass, and well remembered!» (4,1,169), que se esconde en la entrada que he remarcado del «Payaso», evoca a la atribuida al rey Enrique de Navarra, «París bien vale una misa».
La intención de este análisis es poner de manifiesto que la intención última del autor al incluir esta escena, aunque su protagonista se llame Clown (Payaso), no es precisamente la de entretener al público, sino la de contar su verdad y rendir tributo a Thomas Kyd.
Sabemos que Marlowe y Kyd compartieron residencia en Londres aproximadamente durante dos años y en ese tiempo, según las evidencias, co-escribirían Eduardo III. Entre 1601 y 1602, ocho años después de la muerte de Kyd, y a tenor del éxito de La Tragedia Española o Jerónimo (tal como se conocía esta obra en el período isabelino), el empresario teatral Philip Henslowe pagó a Ben Jonson una importante suma por la inclusión de 325 líneas que a partir de esa fecha incorporan las nuevas ediciones de La Tragedia Española. De estas aportaciones, el más famoso pasaje lo encontramos en el acto IV y ocupa más de 160 líneas, se trata de las llamadas «painter scenes» (escenas del pintor) cuyo enfoque está centrado en destacar el dolor de Jerónimo y la injusticia cometida en su persona. Los análisis métricos y estilísticos proponen que su autor no fue Ben Jonson sino el mismo que junto a Kyd escribió Eduardo III (ver capítulo 5).
La cuarta escena de Doctor Fausto revela que la desaparición de Thomas Kyd dejó una profunda huella en Christopher Marlowe. Si consideramos, como muestran todos los indicios, que a partir de su muerte escenificada en Deptford, Marlowe cambia su nombre de pluma por Shakespeare, sería lógico encontrar, también en la obra de Shakespeare, sentidas alusiones al malogrado compañero de Marlowe.
A continuación se muestran algunas escenas contenidas en las obras de Shakespeare que aluden a Thomas Kyd:
Esta frase, que abre la quinta escena del segundo acto de La Tragedia Española, es la elegida por Shakespeare en King Lear para identificar a su Poor Tom (pobre Tomás) con el autor de dicha tragedia. Como iremos comprobando, al igual que Marlowe, Shakespeare dedica una sentida memoria al malogrado autor al tiempo muestra la desgarradora realidad a que fue sometido por el abominable demonio (the foul fiend).
La expresión Bedlam o bedlamita procede del nombre de un hospital psiquiátrico de Londres: «Hospital of Saint Mary of Bethlehem» (Nuestra Señora de Belén). Incluso en la época en que se escribió esta obra, marcada por la crueldad de las instituciones, la peste y la hambruna, el trato al que este hospital sometía a sus pacientes era considerado inhumano. Una conocida balada de título Tom O’bedlam versaba sobre este siniestro lugar.
(Enter Lear’s fool and Edgar as a Bedlam begar in the hovel)
Tan solo la cuarta escena del tercer acto de El Rey Lear contiene once alusiones al «Pobre Tom». Tanto la forma con que el autor se refiere a Thomas Kyd como los calificativos que dedica a los que ordenaron su tortura, pone de manifiesto que Shakespeare y Marlowe escriben como si se tratara de una sola pluma, en sus dedicatorias al amigo de Marlowe, ambas obras transmiten el mismo sentimiento y lo expresan con idéntica crudeza.
(Se tira en el suelo y cae dormido)
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Al parecer, el estreno de La Fierecilla Domada tuvo lugar el 11 de junio de 1594 mientras que Thomas Kyd moriría el 16 de julio del mismo año. En el tercer acto de La Tragedia Española encontramos, escrito en perfecto castellano, «pocas palabras» (3,4,118) y casi a continuación se repite tres veces seguidas «Welcome, Hieronimo» (Hieronimo o Jerónimo es el nombre con que era conocida la famosa obra de Kyd).
El hecho de que las primeras líneas de La Fierecilla Domada mencionen abiertamente La Tragedia Española manifiesta la intención de Shakespeare de dedicar esta obra a su amigo Thomas Kyd.
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NOTAS
22. La señora Eleanor Bull, viuda de Richard Bull, regentaba el hospedaje de Deptford donde se reunieron Marlowe, dos espías y un asistente de Thomas Walsingham. Eleanor tenía parentesco con una de las damas de compañía de la Reina Isabel, Según consta en el informe del juez instructor, Mrs. Bull confirmó que la referida reunión de Deptford se desarrolló de forma tranquila y confidencial.
23. El apéndice A recoge el informe de la muerte de Christopher Marlowe, escrito en latín y firmado por el juez de instrucción John Danby, traducido al inglés.
24. En la obra Como Gustéis (As You Like It) encontramos al menos tres alusiones a este evento:
Como Gustéis (3,3,9-11)
Como Gustéis (3,4,26-28)
Como Gustéis (5,4,45-80)
Mediante ingeniosa jerga legal, y partiendo de la frase:
se llega a la conclusión de que esta séptima causa es:
El Soneto 74 es toda una oda a este evento:
26. La alusión al caballo de cuatro pulgadas se refiere al instrumento de tortura conocido como «el potro» (the rack) que, según todos los indicios, se usó para torturar a Thomas Kyd. Este caballo consistía en un estructura rectangular a la que se ataban los pies y manos de las víctimas. El artilugio tenía dos rodillos giratorios (de más o menos cuatro pulgadas de diámetro) que, accionados mediante manivelas, servían para estirar el cuerpo de la victima hasta descoyuntarla.
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6.2.5 La aparición del infierno y la boda de Claribel dos acontecimientos simultáneos
La visión del infierno es una de las novedades que el texto B introduce en la narrativa del Doctor Fausto:
EVIL ANGEL
Now, Faustus, let thine eyes with horror stare
[Hell is discovered.]
There are the Furies tossing damned souls
on burning forks; there bodies boil in lead;
ten thousand tortures that more horrid be.
FAUSTUS
O, I have seen enough to torture me!
EVIL ANGEL
He that loves pleasure must for pleasure fall.
And so I leave thee, Faustus, till anon;
Then wilt thou tumble in confusion.
[Exit. Hell disappears. The clock strikes eleven]
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(Aparece el infierno)
ÁNGEL MALO
con horquetas ardientes. Los cuerpos hierven en plomo.
Hay allí miembros vivos ardiendo sobre carbones
y sin poder morir. Este sillón eternamente ardiente
es para que descansen en él las almas demasiado atormentadas.
Esos que se alimentan de bocados de fuego incandescente,
que se reían al ver a los pobres esqueléticos morir de hambre frente a sus portales.
diez mil formas de tortura aún más terribles.
FAUSTO
Oh, he visto suficiente para atormentarme.
ÁNGEL MALO
serás derrocado en la confusión.
(El infierno desaparece y el reloj da las once campanadas).
La referencia horaria actúa como guía y nos recuerda que el tiempo sigue su curso inexorable. Sólo falta una hora para que expire el plazo de su acuerdo con Lucifer. Pero ¿es arbitraria la elección de esta hora?
Para aproximarnos al motivo último de esta revisión del Fausto de Marlowe hemos de indagar en su significado desde la perspectiva de su autor. Diseminadas en el discurso de La Tempestad encontramos huellas que permiten descubrir o ubicar en el tiempo acontecimientos que se ocultan a una primera lectura. Las naves azotadas por la tempestad con que comienza esta historia son barcos españoles que regresan, procedentes de Túnez, de la boda de Claribel, hija del rey de Nápoles.
La boda de Isabel Clara Eugenia, hija predilecta de Felipe II, que fue rey de Nápoles hasta su muerte en 1598, se celebró en Flandes el 18 de abril de 1599. El enlace con su primo el Archiduque Alberto de Austria, que ya se había efectuado un año antes por poderes, otorgaba a Isabel Clara la corona de los Países Bajos Españoles.
En La Tempestad, la boda de Claribel otorgaba a la hija del rey de Nápoles, la corona de un reino extranjero. Claribel es un nombre que surge de la contracción de Clara e Isabel. Al asignar nombres españoles a los pasajeros de las naves azotadas por la tempestad, el autor aporta más elementos para que descubramos el evento histórico que relaciona la narración de carácter metafórico de La Tempestad con la realidad histórica y biográfica que discurre paralela a la obra.
En el acto segundo (véase 2,1,240-250), los supervivientes del naufragio han perdido la esperanza de encontrar con vida a Ferdinand, hijo y heredero del rey de Nápoles. Los cortesanos se preguntan que, en caso de ser así, quién sería el próximo heredero del trono de Nápoles, a lo que Sebastián responde: Claribel, la Reina de Túnez.
La importancia de escoger el nombre de Claribel es su identificación con la auténtica reina Isabel Clara de Flandes, que siendo hija de Felipe II y hermana de Felipe III, en caso de fallecer este último, sería la siguiente en la línea sucesoria.
La fecha de celebración de la boda de Isabel Clara con el archiduque Alberto de Austria nos sirve para ubicar el momento en que se produce la tempestad que da título a la obra.
Un desplazamiento entre Bruselas y Madrid, ciudad donde residían la mayoría de los españoles asistentes al enlace, que en aquella época se efectuaba en carruajes tirados por caballos duraría, según estimaciones, entre seis y ocho semanas. 27 El viaje de los asistentes a la boda de Isabel Clara Eugenia celebrada en Flandes, que el autor sitúa en Túnez de forma conveniente para sus fines, se pudo prolongar desde el día siguiente a la celebración hasta mediado el mes de junio de 1599.
El año 1599 fue particularmente trágico para los autores e intelectuales británicos que vieron como las obras de un selecto grupo de sus autores más destacados ardían en la hoguera o eran prohibidas con motivo del «Bishop’s Ban» o «Bishop’s Bonfire» (hoguera o prohibición de los obispos). Cualquier forma de expresión que no se ajustara a la rígida norma y que pudiera hacer tambalear el privilegiado estatu quo del obispado en el difícil momento de la reforma inglesa, se estigmatizaba con el calificativo de “Ateísmo” y se perseguía sin piedad.
Aquel acto, que supuso el momento culminante de la censura en la historia británica, fue capitaneado por el todopoderoso Arzobispo de Canterbury, John Whitgift y secundado por el Obispo de Londres, Richard Bancroft. Además de la quema de obras de, al menos, una decena de autores, el «Bishop’s Ban» promulgó la prohibición de cualquier publicación presente y futura de obras de Thomas Nashe y de Gabriel Harvey, así como el uso de las sátiras y la publicación de epigramas que no tuvieran autorización expresa del Consejo Privado de la Reina.
Dos obras de Marlowe fueron pasto de las llamas en esta hoguera: la traducción al inglés de Los Amores de Ovidio, cuya edición formaba parte del mismo volumen que los Epigramas y Elegías de John Davies y su obra dramática Dido, Reina de Cartago, que había sido publicada por Thomas Nashe en 1594 y en cuya edición figura el nombre de éste junto al de Marlowe.
FAUSTUS
and then thou must be damn’d perpetually!
Stand still, you ever-moving spheres of heaven,
that time may cease, and midnight never come;
fair Nature’s eye, rise, rise again, and make
perpetual day; or let this hour be but
a year, a month, a week, a natural day.
FAUSTO
Oh, Fausto,
apenas te resta una hora de vida,
y a partir de ahí serás maldecido eternamente.
¡Deteneos, esferas celestiales siempre en movimiento,
que el tiempo pare y no llegue nunca la medianoche!
Bello ojo de la naturaleza, alzaos, alzaos de nuevo y haced
día perpetuo, o que esta hora dure
un año, un mes, una semana, un día natural
para que Faustus se arrepienta y salve su alma.
O lente, lente currite noctis equi.
Si hacemos coincidir el año cero con el comienzo de 1588, y a cada hora de reloj le asignamos el valor de un año, como el propio autor nos sugiere, la llegada de 1599 coincidiría con las once.
Por un lado sabemos que la celebración de la Hoguera de los Obispos aconteció en Londres el 4 de junio de 1599; por otro, el reloj de Doctor Fausto da las once justo en el momento en que la imagen del infierno desaparece. A partir de estos dos datos, partiendo de que la información aportada es precisa y que la visión del infierno pueda estar realmente aludiendo a la mencionada hoguera, habría que datar la composición del primer texto de Doctor Fausto en algún momento próximo al 4 de junio del año 1588.
Mientras la visión del infierno del texto B de Doctor Fausto surge inmediatamente antes de las once, el desenlace de la tempestad en la obra de Shakespeare ocurre en las semanas posteriores a la boda de Isabel Clara Eugenia acaecida el 18 abril de 1599. A partir de esta constatación, parece evidente que, tanto el infierno descrito en el Fausto de Marlowe, como la tempestad que da título a la obra de Shakespeare, son representaciones alegóricas de la «prohibición de los obispos».
Si emplazamos la fecha de composición de Doctor Fausto a principios del año 1588, el estreno de La Tempestad de fecha 1 de noviembre de 1611, se habría celebrado veinticuatro años después. Próspero se presenta veinticuatro años después de que lo hiciera Fausto. A la relación que habíamos encontrado en la temática de ambas obras y en los nombres de los propios magos, debemos agregar este significativo dato que coincide con los veinticuatro años de poder ilimitado, que Fausto disfruta como prebenda por la venta de su alma.
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NOTAS
27. A razón de 33km por día (velocidad media en carruaje tirado por caballos propuesta por varios documentos de la época de Felipe II), el trayecto entre Bruselas y Madrid o entre Bruselas y Nápoles, ciudades separadas por algo más de 1600 km, se prolongaría entre 6 y 8 semanas.
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6.2.6 La pérdida de la hija de Próspero
En el acto V de La Tempestad, Próspero se lamenta de la pérdida de su hija:
The Tempest (5, 1, 141-162)
Sospecho que no habéis buscado su protección.
¿Vos una pérdida similar?
Tan grande para mi y tan reciente como la vuestra.
¿Una hija? Ojalá viviesen
en Nápoles los dos como rey y reina.
Si así fuese, contento yacería
en el fondo cenagoso en que reposa
mi hijo. ¿Cuándo perdisteis a vuestra hija?
En la reciente tempestad.
que les sorbe la razón, y apenas creen
la verdad de sus ojos o el sonido
de las voces. Mas por muy turbados
que tengan los sentidos, tened certeza de
que soy Próspero, aquel duque
expulsado de Milán que, tras llegar
de milagro a esta isla en que habéis naufragado,
En esta obra no se menciona ninguna otra tempestad, «this last tempest» sólo puede referirse a la tempestad que marca el comienzo de esta historia. En Dido Reina de Cartago acontecen dos tempestades, la primera provocada por Eolo a instancias de Juno obliga a que la flota de Eneas recale en las costas de Cartago; Juno provoca una segunda tempestad que obliga a Dido y Eneas a refugiarse en una cueva donde consuman su relación.
¿Quién es la hija que Próspero pierde en la última tempestad? El acto segundo nos proporciona la respuesta. Los viajeros que, después de sobrevivir al naufragio de la nave en que viajaban, aparecen sanos y salvos en la isla donde habita Próspero, se sorprenden de lo inmaculado de sus ropajes (2, 1, 61). En este segundo acto (2, 1, 64-84), se repite tres veces consecutivas que Túnez es Cartago y al tiempo se menciona, en seis ocasiones, el nombre de Dido, la reina de Cartago, a quien se compara con Claribel, la reina de Túnez. Todas estas alusiones revelan la intención del autor de La Tempestad de que reparemos en la obra Dido, Reina de Cartago. Esta obra dramática, basada en La Eneida de Virgilio, es una de las primeras composiciones de Marlowe. En ella se describe como un Eneas andrajoso se presenta ante Dido tras naufragar frente a las costas de Cartago. Lo primero que hace la reina, incluso antes de darle audiencia, es proporcionarle nuevos atuendos. 28
The Tempest (2,1,242-251)
who’s the next heir of Naples?
ten leagues beyond man’s life; she that from Naples
can have no note, unless the sun were post–
the man i’ the moon’s too slow–till new-born chins
be rough and razorable; she that–from whom?
We all were sea-swallow’d, though some cast again,
and by that destiny to perform an act
whereof what’s past is prologue, what to come
in yours and my discharge.
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NOTAS
28. En Dido Reina de Cartago encontramos estos diálogos:
6.2.7 Una tempestad con fuego y sin viento
A continuación se escuchan los diálogos de tripulantes y pasajeros que viajan en una embarcación que combate contra los elementos. Si buscamos menciones al viento no las encontraremos, esta tempestad no contempla viento alguno.
En la segunda escena encontramos estas palabras de Miranda:
Es ahora Ariel, el espíritu aéreo al servicio de Próspero, quien nos informa al respecto:
¡Salve, mi gran maestro! ¡Venerable señor, salve!
nadar, lanzarme al fuego, sobre nube ondulante cabalgar.
dirige a tu Ariel y sus poderes.
Espíritu, ¿ejecutaste la tempestad tal como te mandé?
Punto por punto.
en todos los camarotes puse llamas de espanto.
A veces me dividía, ardiendo en varios sitios a un tiempo:
en las vergas, el bauprés, el mastelero, ardía con fulgor
en todas partes para luego resurgir en un único fuego. El relámpago de Júpiter,
tan raudo e instantáneo. Los fuegos y estallidos estruendosos del
¡Bravo espíritu mío!
¿Hubo alguien que impávido
Ninguno dejó de sentir la fiebre de los locos, ni dejó de obrar enajenado. Con excepción de los marineros, todos se arrojaron al mar espumoso y abandonaron el barco que ardía con mi fuego. Fernando, el hijo del rey, con los pelos de punta (más juncos que pelos), fue el primero en lanzarse, gritando: «¡El infierno está vacío y aquí están todos sus demonios!»
Ariel informa a Próspero que él en varias ocasiones se encargó de repartir el fuego por la embarcación.
Una lectura analítica de La Tempestad revela decenas de indicios que invitan a pensar que los acontecimientos que en ella se describen son sólo el envoltorio de un profundo discurso que nada tiene que ver con las vicisitudes de unos cortesanos que naufragan frente a una isla habitada por un mago y su hija.
Además de los marineros, que sólo tienen una frase en la obra, son el capitán y el contramaestre los únicos miembros de la tripulación que entran en escena. Si bien el primero de ellos sólo hace dos cortas apariciones, el contramaestre, con sus diez entradas, es el personaje central de esta corta escena que sólo ocupa sesenta y cinco líneas.
A continuación se muestra un significativo pasaje que encontramos insertado en mitad de los diálogos entre tripulación y pasajeros:
Como hemos visto en el apartado dos, la plaga es un término que no sólo se refiere a la peste negra que asolaba Europa a finales del siglo XVI. Entre los escritos de los principales autores del momento descubrimos alusiones a una plaga que esconden una segunda acepción del término, la que es sinónimo de la brutal persecución ideológica que en aquel tiempo lideraba la jerarquía eclesiástica.
Hasta que se descubrió en 1925 un informe legal en el que un forense certifica la muerte instantánea de Marlowe producida por una puñalada en un ojo en el fragor de una reyerta, la opinión generalizada era que su muerte se debía a la plaga (the plague). La mayoría de los analistas han asociado este término con la peste negra; las evidencias, sin embargo, apuntan a que estas alusiones a «la plaga» no se refieren a la primera acepción de la palabra.
Por otro lado, el término «office» (oficio, trabajo, deber), cuando se cita en las obras firmadas por Marlowe o Shakespeare y se analiza en contexto, descubrimos que, casi invariablemente, estas citas esconden una segunda interpretación, la que relaciona «office» con el oficio eclesiástico o, dicho con otras palabras, las que asocian este término con la segunda acepción de «la plaga».
Resulta sorprendente como, desde el principio de la obra, las intervenciones de los cortesanos Gonzalo, Sebastián y Antonio manifiestan una injustificada crueldad hacia el contramaestre. Todos ellos inciden repetidamente en que el contramaestre (the boatswain) no tiene que morir ahogado, sino ahorcado.
Mucho consuelo me da este tipo.
¡Y pensar que nos roban la vida estos borrachos! 34
¡Y tu bribón, bocazas, ojalá tardaras en ahogarte diez mareas seguidas!
Estos párrafos marcan el principio de la trama de La Tempestad. Para entenderlos es imprescindible una lectura pausada pues cada línea del diálogo contiene más información de la que, en principio, cabría sospechar.
Las llamativas manifestaciones de odio hacia el contramaestre, así como la obsesión generalizada de que está predestinado a morir ahorcado, encierran sin duda algún mensaje.
El término «boatswain» se compone de dos sílabas: la primera, la palabra «boat/s» (barco/s) y la segunda, «swain» o «wain», cuya pronunciación sería similar a la de «swine» (cerdo) o «wine» (vino). Ambas opciones nos acercan al personaje a quien Shakespeare dedica los crueles comentarios de Gonzalo, Sebastián y Antonio.
El desalmado personaje al que Marlowe dedica el personaje de Itamar en el Judío de Malta, parece cobrar vida de nuevo en La Tempestad. «Boat-Swine» (el cerdo del barco), bien podría ser el apodo que Shakespeare dedica al contramaestre, oficial a las órdenes del arzobispo Whitgift, encargado de llevar el timón en la destrucción conocida como la Hoguera de los Obispos. Sebastián se refiere al contramaestre como: «… vociferante perro blasfemo y desalmado», no sería muy coherente interpretar esta frase como un capricho del autor, pues el análisis de la obra de Shakespeare no revela insultos gratuitos.
Los diálogos referidos a la horca de esta primera escena nos invitan a trasladarnos a Tyburn en 1594. El argumento de la balada compuesta tras la muerte de Richard Baines (ver apartado 4) podría ser el referido cable (según cita Gonzalo en el diálogo anterior), que ayudaría a poner al descubierto la identidad de Shakespeare.
El despiadado y blasfemo libelo firmado por Richard Baines (que firma como Richard Bames), fue elaborado para difamar a Marlowe y es conocido como «la nota de Baines». 35 En dicha nota se enumeran dieciocho transgresiones de las normas vigentes que, según Baines, debemos atribuir a Marlowe. Todas suponen el descrédito de su autor, pues reflejan pensamientos, actos obscenos o anticlericales, o defienden ideas que contravienen las doctrinas impuestas. Tras la enumeración de estos conceptos, la nota añade a modo de colofón, algunas reflexiones. Destacamos por su trascendencia, la siguiente:
Se podría decir que, desde hace tres siglos, el discurso de los expertos en Shakespeare, cimentado con la complicidad de una mayoría silenciosa, parece seguir la recomendación de este desalmado personaje, autor confeso de intentar causar una masacre.
Estas palabras en boca del «Boat–swine» parecen guardar relación con la mostrada reflexión extraída de la nota. Nótese la semejanza entre las palabras «wain» y «Baines»; su pronunciación las asemeja aún más.
«Lay her a-hold, a-hold! set her two courses off to sea again; lay her off.»
¡Calladla, calladla! ¡Dirigid sus dos vertientes mar adentro! ¡Abandonadla!
La intención que esconden estas expresiones, más que instrucciones a la marinería para que maniobren la embarcación, parece ir dirigida a callar la lengua del propio Marlowe donde «sus dos vertientes» (her two courses) revela una insinuación a la doble lectura que encierran sus obras.
Los marineros en La Tempestad, entran en escena, formulan una frase y salen. La puesta en escena señala «wet mariners»; esta palabra «wet», además de su acepción habitual, «mojado/s», también es sinónimo de «embobados o faltos de carácter»; este es su discurso:
¡Todo se ha perdido! ¡Recemos, recemos! ¡Todo se ha perdido!
Esta insólita manera de presentar a la tripulación mientras su barco atraviesa un temporal, más parece una sutil invitación a imaginar un grupo de pasmados sacerdotes contemplando la destrucción causada por la Hoguera de los Obispos, que a unos marineros enfrentándose a una tempestad.
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NOTAS
Othelo (3,3, 274-281)
32. Es hasta cierto punto comprensible, que las traducciones al español de Shakespeare y Marlowe, cuando tienen que elegir entre varias acepciones de palabras o frases que aceptan varios significados, se decantan por la menos comprometida, aquella que desde hace siglos vienen intentando imponer los que dictan la norma en el tema de la autoría de Shakespeare. Además de la polisemia de «plaga» y «oficio», en la expresión «the weather of our office», el término «weather» no guarda relación con la meteorología; parece mucho más adecuada su traducción con otra de sus acepciones, aquella que es sinónimo de «desgastar».
33. La liturgia de las horas, llamada también “oficio divino” o simplemente “oficio” (en inglés “office”), es el conjunto de oraciones oficiales de las iglesia católica, ortodoxa y anglicana.
34. Esta cita: We are merely cheated of our lives by drunkards, (¡Y pensar que nos roban la vida estos borrachos!) está probablemente relacionada con la palabra «Boats-wain»; la pronunciación de esta segunda sílaba es igual a la de «wine» : «vino».
35. Se adjunta la «Nota de Baines» en el apéndice C .
36. El término «wet», además de húmedo, se puede traducir como bobalicón o falto de carácter. Esta segunda acepción nos permite comprender la insólita función que cumplen estos «marineros».
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6.2.8 El trascendental mensaje que desvela La Tempestad
Además de aportar un sugerente marco plagado de connotaciones, el polisémico discurso que caracteriza la obra de Shakespeare permite al autor transmitir elocuentes mensajes mientras sortea la censura. Tal como cabía esperar, la obra que señala el final de su carrera literaria va más allá de un ingenioso relato sobre las vicisitudes de un mago en una isla semidesierta.
Como hemos ido desgranando en nuestro análisis, ahora sabemos que la tempestad que da título a la obra es, en su simbología más profunda, una descripción alegórica de la «Hoguera de los Obispos». La Tempestad nos descubre también que, Claribel, la reina de Túnez, debe su reino a su asimilación con Dido, la reina de Cartago; asimismo, Próspero y Miranda, además de dar vida a un mago y a su hija, representan a un autor y su obra. Pero todas estas revelaciones encuentran en la simbólica unión de Miranda y Fernando su razón última de ser. Próspero, que supuestamente había provocado la tempestad para urdir su venganza sobre aquellos que colaboraron en la usurpación de su ducado decide, tras la confirmación del anunciado enlace, no sólo congraciarse con sus adversarios, sino romper su vara y enterrar su libro… ¿Qué crucial mensaje esconde esta ceremonia que reporta tal liberación a su creador que le permite anunciar que abandona su pluma?
The Tempest (5,1,221-229)
El enlace de Miranda con el hermano de Claribel (a la que La Tempestad identifica con Dido) simboliza la unión de la sangre de Miranda con la de Dido. Parece evidente que la sangre de los personajes literarios corre por la pluma de sus autores; el matrimonio de Miranda con Fernando es el vehículo elegido por Marlowe para plasmar en su inmortal obra que Miranda y Dido comparten la misma sangre o, lo que es lo mismo, que el autor de Dido Reina de Cartago y el autor de La Tempestad son la misma persona.
Como vimos en el apartado 6.2.6, Dido, la reina de Cartago, es la heredera del trono de Nápoles, por lo tanto, la boda de Fernando y Miranda convertirá al que fue duque de Milán en el progenitor de los próximos reyes de Nápoles.
Dido Reina de Cartago fue pasto de las llamas en la hoguera de los obispos, cuando leemos en La Tempestad que Fernando estaba perdido y que encontró esposa allí donde se perdió, somos testigos, una vez más, del significado oculto en el título y el contenido de esta obra.
Antes de constatar el enlace «nadie era quien había de ser»; cuando entendemos el significado que para el tema de la autoría de Shakespeare supone el matrimonio de Fernando y Miranda queda resuelto el quid de la cuestión de dicha autoría. «Que nuestro gozo supere toda felicidad», por fin los nombres de Próspero y Fausto recuperan el significado que su etimología les otorga.
The Tempest (5,1, 188-198)
Shake-speare se sirve del diálogo entre el rey de Nápoles y su hijo Fernando para transmitir el mismo mensaje que expresa la cita en boca de Gonzalo que acabamos de comentar.
El rey Alonso, al que La Tempestad define como enemigo ancestral de Próspero, representa, en pura lógica, a aquel o aquellos que colaboraron para arrebatar al poeta de Canterbury su obra y su reputación. Fernando se lamenta por no poder pedir consejo a su padre, no olvidemos que Marlowe desapareció para el mundo en mayo de 1593 y, según nos revelan todos los indicios y muy particularmente la doble semántica de Shakespeare, se vio obligado a vivir en el exilio oculto tras un nuevo nombre.
Fernando comparte sangre con su hermana Claribel y, tal como se repite hasta la saciedad en La Tempestad, al igual que Túnez y Cartago se refieren a un mismo lugar, sus reinas Claribel y Dido representan a una misma persona. El matrimonio entrega a Fernando en adopción al padre de su esposa Miranda. El autor de La Tempestad vuelve a llamar la atención sobre su identidad cuando nos indica que Shakespeare es el nuevo padre de Fernando y por lo tanto lo es también de su hermana Dido. Dicho de otra manera, Dido Reina de Cartago, composición nacida de la pluma de Marlowe es, a partir de la celebrada unión, también atribuible a Shakespeare.
Buena parte del discurso firmado por Shakespeare tiene como objetivo fundamental aportar imborrables huellas con las que Marlowe urdiría su venganza sobre aquellos que le usurparon su nombre y destruyeron su reputación. Marlowe, durante los años que vivió en el exilio, se dedicó a plasmar en sus escritos una historia de carácter autobiográfico que corre paralela a la lectura de su obra. La posteridad dispondría de pruebas concluyentes para determinar la identidad de Shake-speare.
En el momento que descubrimos la misión que Miranda ocupa en la obra de Shakespeare y cuando constatamos que cada obra contenida en el First Folio, incluyendo el grabado y las dedicatorias que lo prologan, contiene información sobre la identidad de Shakespeare, comenzamos a percibir la dimensión autobiográfica del discurso de Shakespeare.
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Portada de la edición de 1624 de La Historia de Doctor Fausto
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Te felicito por tu pasión por la verdad, con este estudio filológico comparativo,fonético y de grafología forense, entre las obras conservadas de Marlowe y Shakespeare donde hay decenas y decenas de similitudes y coincidencia de la metodología pero el stablisment filológico dice que no, que todos los autores de la época escriben igual,como si Shakespeare hubiera mimetizado totalmente la personalidad,el estilo y los tics de Marlowe. Ya se ha usado el mismo método en multitud de plagios y similares como en las obras de Lope de Vega con un alto nivel de fiabilidad. Si las cientos y cientos de similitudes demuestran que son el mismo autor no hacen falta más pruebas. Otra pregunta sería si Marlowe vivió en el exilio,¿cómo es posible que siguiera dominando tan bien los nuevos usos del habla de las clases bajas inglesas?.
Muchas gracias Alfonso. A mi lo que más me sorprende es que todo un sistema educativo formado por centenares de profesionales apoye o calle ante el completo sinsentido que supone el asignar la autoría de Shakespeare al iletrado de Stratford.