3.3 La insostenible reivindicación stratfordiana

 

3.3 LA INSOSTENIBLE REIVINDICACIÓN STRATFORDIANA

 Analizamos a continuación los postulados más significativos que sostiene la ortodoxia shakespeariana para defender su postura:

1)     ¿Se basó Hollar en el esbozo de Dugdale para la realización de su grabado?

 Los recurrentes postulados propuestos por los defensores de la candidatura stratfordiana defienden que Hollar no visitó el monumento sino que elaboró su grabado utilizando como modelo el esbozo de Dugdale.

 En su página web sobre los grabados de Wenceslaus Hollar, los conservadores del British Museum informan que son 183 las láminas de grabados contenidas en el libro Antiquities of Warwickshire Illustrated… realizadas por Hollar. Entre estas láminas, además de monumentos y escudos heráldicos, encontramos, entre otras cosas, dos tipos de mapas, unos son representaciones a vista de pájaro que muestran el conjunto de diversas areas que componían el condado de Warwickshire, los otros son dibujos muy detallados en los que se muestran vistas y perspectivas frontales de algunas poblaciones, castillos o haciendas. Una de estas vistas muestra la localidad de Compton-Murdak, situada 14 kilómetros al este de la población de Stratford-upon-Avon (pág. 436), otro de estos dibujos muestra vistas del castillo de Kenilworth (pág. 160) situado 22 kilómetros al norte de Stratford. Estos mapas, no sólo tienen la impronta de Hollar, sino que también llevan su firma. No hay nada que invite a pensar que, aunque Hollar tuvo que pasar por las proximidades de Stratford para realizar estos dibujos, no se detuviera a visitar la más importante población de la zona, máxime cuando se tiene constancia de que varios grabados del interior de su destacada iglesia son obra suya, exactamente los grabados de los monumentos a Shakspeare, Clopton, Carew y dos láminas con los escudos de sus vidrieras.

 La historiadora Anne Thackray, en su discurso sobre la biografía de Wenceslaus titulado: Thy Shadows Will Outlast the Stone: Wenceslaus Hollar and the Art of the Book« (2006) nos informa que el artista (Hollar), viajó por Inglaterra realizando dibujos de catedrales, fundaciones monásticas, tumbas y vidrieras para los libros de Dugdale.

 Es bien sabido que el diseño de dibujos es una parte esencial en el proceso del grabado. Para reproducir figuras con volumen, que tras horas de laborioso trabajo de taller se transformarán en detallados grabados, es imprescindible disponer de información tridimensional, tal como la que se obtiene con la aplicación de técnicas de perspectiva y sombreado.

 El esbozo del monumento a «Shakspeare» realizado por Dugdale, aunque demuestra que el autor es un gran observador y que es capaz de aportar mucha información esencial con muy pocos trazos, no pudo ser el modelo para el grabado de Hollar. Aparte de las razones ya esgrimidas, el dibujo de Dugdale carece de perspectiva y de cualquier otra información sobre la profundidad del mismo. Hollar no pudo haber deducido, por ejemplo, que las bases sobre las que se apoyan las columnas corintias sobresalían con respecto a la placa honorífica. Tampoco el casco de la armadura, situado sobre el escudo de armas, está suficientemente resuelto para que un grabador pueda representar en él una visera. Las piernas de los putti fueron un auténtico desafío para la poca pericia en la representación espacial que muestra Dugdale. Es evidente que no las supo plasmar en su dibujo y es dudoso que pudiera servir de modelo para un grabador profesional.

 Hollar, como la mayoría de los grabadores de prestigio, realiza un trabajo profesional de principio a fin. Esto incluye, siempre que es materialmente posible, la observación directa del monumento que se pretende representar en el grabado.

 Los diarios de Dugdale no contienen, ni mucho menos, dibujos de todas las obras representadas en su libro y así lo señalan los que lo han visto. 6 Dicho sea de paso, estos diarios, que como mencionamos al principio pertenecen a sus descendientes, están rodeados por el secretismo y no se encuentran disponibles para su análisis, lo cual levanta no pocas sospechas. Lo que resulta evidente es que la limitada capacidad pictórica que demuestra Dugdale en sus esbozos genera una duda más que razonable sobre que éstos pudieran haber servido de modelo para los grabados de Hollar.

 Tal vez, la prueba más concluyente para afirmar que Hollar plasmó el grabado a raíz de sus propios dibujos nos la proporciona la confirmación de que los textos que acompañan al grabado son de su puño y letra.

 Para llegar a esta conclusión debemos observar una impresión de dicho grabado y entender el proceso de grabado con aguafuerte:

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(fig. 3.14) Página 520 del libro Antiquities of Warwickshire illustrated… que muestra los monumentos a William Clopton y su esposa (arriba) y a «Shakspeare» (debajo).  

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 La página 520 del libro Antiquities of Warwickshire illustrated… 7 muestra una lámina de un grabado con aguafuerte realizado por Hollar. La base donde se realizan este tipo de grabados es una plancha de metal, generalmente cobre o cinc. Sobre esta plancha el artista grabador ejecuta normalmente varias técnicas de grabado. Cuando la plancha está lista para el proceso de impresión, se cubre con una fina capa de tinta toda su superficie y a continuación se elimina su exceso antes de proceder a colocar sobre ella la lámina donde se pretende dejar plasmada la impresión. Mediante el uso de una prensa se aplasta la lámina de papel contra la plancha. Al separarlas observamos invariablemente que la lámina, además de contener una representación inversa del grabado, muestra tambien el contorno de la plancha. Esta es una señal característica propia del proceso de impresión llamado intaglio o relieve hundido.

 Todos los textos que forman parte de estas impresiones están realizados con estiletes de punta cónica con los que el grabador delinea sus caracteres sobre la plancha de metal a la que previamente se ha aplicado una pátina de cera o barniz resistente a la solución de agua y ácido nítrico (aguafuerte). Estos estiletes producen un surco en la pátina. Posteriormente se introduce la plancha en un baño de aguafuerte donde el efecto del ácido convertirá dichos surcos en incisiones en el metal.

 Observando cualquiera de las láminas realizadas por Hollar que ilustran este libro, comprobaremos que el autor utiliza siempre la misma caligrafía para mostrar la ubicación del monumento.

 En la cabecera de la página (3.14) leemos: «In the north Ile» (En el pasillo norte). En el encabezamiento del monumento a Shakspeare leemos: «In the north wall of the Chancell is this monument fix» (En la pared norte del presbiterio está fijado este monumento).

 Si analizamos el libro de Dugdale comprobamos que los apuntes del grabador bien ubican el monumento o bien reproducen los textos que en él se encuentran. El resto de información relativa a los monumentos, poblaciones, personajes y sus anécdotas son obra del autor. En este libro, todos los textos redactados por Dugdale aparecen en caracteres de imprenta.

 Los escritos situados a la izquierda del grabado del monumento a «Shakspeare», que incluyen el texto de la losa honorífica del monumento, el texto inscrito en una lápida sin nombre, y un tercero que relaciona ambos monumentos, son todos parte del grabado y por tanto obra del grabador. Hollar utiliza en todos ellos la misma caligrafía característica que podemos reconocer al compararla con el resto de su obra. 

 Antes de dedicarse de forma profesional al grabado, Wenceslaus fue dibujante miniaturista. El interés por los detalles queda reflejado en su obra. En el frontispicio del libro de Dugdale encontramos un retrato, firmado por Hollar, donde aparece Dugdale sentado junto a sus libros. En este grabado, no sólo la figura central y su vistosa chaqueta rematada en piel parecen llamar la atención del artista, también el mantel que cubre la mesa y los libros que están sobre ella muestran una gran profusión de detalles.

 Hollar, y así lo confirman las evidencias, estuvo en la iglesia de Stratford y allí realizó sus dibujos y tomó sus propias notas que luego se transformarían en las láminas grabadas que el libro de Dugdale dedica a la localidad de Stratford-upon-Avon. Si el monumento original hubiera representado el busto de un escritor, Hollar, sin duda, lo hubiera reflejado en su grabado.

2) ¿Es asumible la concatenación de errores que propone la propuesta stratfordiana? 

 La argumentación stratfordiana propone que Dugdale, Hollar, Rowe, Betterton, Thomas, Van der Gucht, Bell y Grignion estaban todos equivocados. Sencillamente, no repararon en que el hombre sujetando un saco, del que ellos dieron fe, era en realidad una figura escribiente. Esta asunción parece poco menos que imposible de mantener, máxime conociendo la reputación y la fiabilidad que encontramos en las biografías de todos estos personajes. En cualquier caso, no sería suficiente, necesitaríamos también explicar por qué, durante los noventa y dos años que transcurrieron entre la primera edición del libro Antiquities of Warwickshire Illustrated… de Dugdale y la restauración del monumento dirigida por Greene, no ha trascendido ninguna mención sobre dicha irregularidad.

 Durante la primera mitad del siglo XVIII, el fenómeno de exaltación de la figura de Shakespeare empezaba a ser un hecho. El libro de Dugdale se publicaría por tercera vez en 1765, más de cien años después de su creación, lo que nos dice bastante sobre la aceptación que esta obra mereció. En 1709, la primera publicación editada de la obra completa de Shakespeare por parte de Nicholas Rowe incluía un nuevo grabado del hombre sujetando un saco de lana. Este voluminoso trabajo que constaba de seis tomos debió formar parte de casi todas las bibliotecas de la época.

 George Vertue, su patrón Edward Harley y Alexander Pope, debían conocer la obra de Dugdale y tambien la edición de Rowe de la obra de Shakespeare que contiene el grabado de Van der Gutch, grabador flamenco que fue maestro de Vertue. Tenemos constancia de que en 1737 Harley y Vertue visitaron el monumento de Stratford. No se ha publicado ningún documento que indique que él o Harley manifestaran alguna queja sobre la fiabilidad de la obras de Dugdale, Hollar y Van der Gutch.

 En esa misma época Alexander Pope estaba probablemente involucrado en los preparativos para el diseño del monumento a Shakespeare que se erigiría en Westminster en 1740 y del cual fue uno de los principales mecenas.

 Pope fue un exaltado admirador de Shakespeare y la edición que hizo de su obra fue la primera en no incluir la imagen de un hombre sujetando un saco. Las imagenes respaldadas por Pope representan, en el caso del monumento de Westminster, a un poeta idealizado, a un aristócrata en el frontispicio de su libro, y a una figura escribiente en su grabado del monumento.

 Pope era un prolífico poeta y articulista del que se conserva abundante correspondencia. Entre toda esta documentación no se ha encontrado ninguna manifestación en contra de la fiabilidad de todas las representaciones del monumento de Stratford que se habían publicado hasta entonces. Ninguna de ellas se parece a las que Pope publica o patrocina.

 Las representaciones que Pope encarga a Vertue para ilustrar su libro no son consistentes y cada una contradice a todas las demás. Si a esto unimos los notorios silencios de ambos sobre las representaciones del monumento que exhiben a un hombre sujetando un saco, podemos concluir que Pope y Vertue no restan ninguna credibilidad a la obra de Hollar y Dugdale sino que incluso su incoherencia la refuerza.

 Como ya hemos comentado, a pesar de los miles de testigos que los grabados de los libros de Dugdale y Rowe acumularían a lo largo de casi cien años, no ha trascendido una sola manifestación sobre la incongruencia entre estos y el monumento real. La magnitud y la importancia de esta evidencia sólo puede ser refutada por argumentos cuyo peso sea tan demoledor como el que esta representa.

3) ¿Pudo Dugdale realizar su esbozo basándose en un monumento original similar al actual? 

 En su libro sobre las antigüedades de Warwickshire, Dugdale reproduce los texto completos de las lápidas de Anne, la esposa de William Shakspere; Susanna, su hija mayor; John Hall, su marido, y Thomas Quince, marido de su hija Judith. Aunque el libro dedica más de siete páginas de texto a la localidad de Stratford, Dugdale sólo dedica esta frase al poeta:

 One thing more, in reference to this ancient Town, is observable that it gave birth and Sepulture to our late famous Poet, Will Shakespere whose Monument I have inserted in my discourse of the Church.

 Una cosa más, en referencia a esta vieja ciudad, es constatable que en ella nació y murió el poeta de fama reciente, Will Shakespere cuyo monumento he insertado en mi discurso sobre la Iglesia.

 Habían pasado 40 años desde la muerte de Shakspere. Este texto, con la frialdad y la desafección que transmite, no casa con el discurso stratfordiano sobre la fama y el prestigio del que debería gozar en esa época el insigne personaje.

 El autor es muy preciso al usar el término insertar, él no escribió una sola palabra sobre el monumento a «Shakspeare», pero sí insertó una lámina grabada realizada por Hollar que incluye el grabado del monumento y sus textos. Dugdale fue extremadamente cauto en sus comentarios sobre el poeta y su monumento. Como veremos en el próximo capítulo, tenía razones para ello.

 En cualquier caso no hay motivos que inviten a poner en duda que Dugdale realizara en 1634 un boceto basado en la observación directa del monumento a Shakspeare. El diario de Dugdale tiene casi cuatrocientos años y podría contener información relevante sobre el asunto de la autoría. El boceto del monumento a Shakspeare es lo único que ha trascendido de este diario.

 Los defensores de las tesis stratfordianas mantienen que Dugdale interpretó erróneamente el monumento. Resulta incoherente argumentar que, tal vez por falta de luz o exceso de polvo, transformó una mano portando una pluma, una hoja y un cojín en un mullido saco con cuatro nudos característicos en sus esquinas con unos brazos dispuestos en jarra y unas manos apoyadas verticalmente en el saco. No se trataba de un aficionado con exceso de imaginación. El insigne anticuario vio también dos cabezas de felinos sobre los capiteles de las columnas y un crecido mostacho donde según la ortodoxia no había nada mínimamente parecido. A Dugdale no le faltó luz cuando copió los textos de las lápidas de las cuatro tumbas de los familiares de William. La tumba de la esposa de William está casi a pie del monumento.

 A diferencia de los incoherentes trabajos de Vertue publicados en las obras de Pope, el dibujo de Dugdale es totalmente consistente con todos los demás grabados y publicaciones del monumento hasta 1748. Si a esto añadimos el prestigio de todas sus publicaciones y su intachable reputación, podemos afirmar que su esquema supone una evidencia de la máxima importancia sobre el aspecto que debió tener el monumento original.

 El objetivo de la argumentación aquí esgrimida es dejar patente que Hollar, durante los viajes que efectuó por el condado de Warwickshire entre 1652 y 1656, visitó el monumento a «Shakspeare» y allí realizó los dibujos y anotaciones que luego quedarían reflejados en los cinco grabados de la Iglesia de Stratford que contiene el libro de Dugdale. A partir de esta consideración, el discurso stratfordiano, que intenta convencernos de que las representaciones del hombre sujetando un saco se deben a una concatenación de errores, pierde toda su credibilidad.

 En el capítulo X intentaremos desentrañar el importante mensaje que se puede extraer tras un estudio iconográfico e iconológico del conjunto del monumento considerando el críptico mensaje que contiene su placa honorífica y la valiosa información que se desprende de las dedicatorias de las publicaciones de la obra de Shakespeare.

 

        

                  

NOTAS 

6 : Gerard E. Downs, es el autor de la única fotografía publicada del esbozo de Dugdale sita en un diario que es propiedad de los herederos de Dugdale. Downs informa en su escueta descripción de dicho diario, que el monumento a la familia Carew no está contenido en el mismo. (Ref pend.)

 7 : El libro Antiquities of Warwickshire Illustrated... de Dugdale está  disponible para su consulta online en la web. archive.org.

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